La dieta alcalina

Hace algunos días hablé en este blog sobre los beneficios del bicarbonato de sodio para la salud y la belleza. La información que encontré sobre el bicarbonato y su cualidad para equilibrar el pH del cuerpo, me llevó hasta la dieta alcalina, un régimen alimenticio cuyo objetivo no es bajar de peso sino desintoxicar el cuerpo a nivel celular, con lo que se dota al cuerpo de más energía y se previenen enfermedades como cáncer y diabetes.

¿Cómo funciona?

Cuando nos encontramos en buen estado de salud, el pH de nuestras células es ligeramente alcalino, sin embargo, hoy en día la alimentación y los hábitos de vida que llevamos han disminuido la alcalinidad: los alimentos procesados, como lácteos, proteína animal y harinas, elevan la acidez del cuerpo, si a su consumo añadimos el estrés y otros estimulantes como el café o el alcohol, estamos provocando que el cuerpo se acidifique, con lo que se vuelve propenso a infecciones, resfriados, dolores de cabeza, gastritis y otras dolencias que desencadenan enfermedades crónico degenerativas (cáncer, diabetes).

Por otro lado, no somos los únicos habitantes de nuestro cuerpo: en él viven organismos microscópicos, como la flora intestinal, cuya acción es indispensable para digerir los alimentos. Estos microorganismos viven "felices y contentos" mientras el pH de nuestras células sea ligeramente alcalino, pero cuando éste se vuelve ácido, no sólo afecta su actividad sino que se vuelve un medio de cultivo para bacterias y hongos dañinos.

Es por ello que la dieta alcalina se ha considerado un régimen adecuado para quienes quieren reparar daños estructurales en su salud, así como cuidarse a través de la prevención y no de la reacción. Esta dieta evita la acidez, desintoxica y alcaliniza los tejidos, favoreciendo así el funcionamiento correcto de todos los sistemas e influyendo positivamente en nuestro ánimo.

Fórmula 80-20

La clave del régimen alcalino está en ingerir un 20% de alimentos ácidos (productos de origen animal, harinas y azúcares) y un 80% de alcalinos (frutas, semillas, leguminosas, verduras). Para quien esté interesado,

AQUÍhay un enlace

con una tabla de alimentos clasificados según su acidez y alcalinidad.

Otras acciones fundamentales para que la dieta realmente funcione son:

- La parte ácida de la dieta debe estar conformada por alimentos poco industrializados o procesados, entre más frescos, mejor. Es recomendable prepararlos al vapor o a la plancha, de manera que pierdan menos sus propiedades.

- Hay que procurar no mezclar las frutas con leche sino con yogurt, y comerlas media hora antes de las comidas. Según los expertos, si las comemos al final de las comidas o mezcladas con leche, las frutas fermentan en el estómago, produciendo alcohol y acidez.

- Eliminar alimentos procesados, precocinados, azúcares, golosinas, soda, etc. Los compuestos de los productos refinados sirven de alimento a las bacterias y hongos nocivos; siempre habrá que preferir los alimentos integrales por encima de los refinados.

- El yogurt, entre menos industrializado y azucarado, mejor. Aunque sea un lácteo, no es ácido sino alcalino; es fuente de calcio, tiene poca grasa y, por si fuera poco, ayuda a regenerar la flora intestinal, evitando así la aparición de bacterias nocivas que acidifican el tracto digestivo.

Este régimen, insisto, me parece una excelente opción para quienes quieren mantenerse saludables a partir de la prevención. Y ante el prejuicio de que comer bien es aburrido, basta con consultar libros como 'The Acid-Alkaline Balance Diet', de Felicia Drury Kliment, donde hay tablas de combinaciones y ricas sugerencias.