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Diario de una volátil, la intimidad que compartimos

El bar

 ¿Cómo te sentiste la primera vez que te dijeron “Señora”? ¿Qué pasó el día que le encargaste a tu novio que trajera toallas sanitarias del supermercado? ¿Cuáles son esas pequeñas (grandes) cosas que te dan mucho placer, que te ponen nerviosa o que te sacan de tus casillas? Un señor con cara de serio diría que esos son asuntos banales e intrascendentes de los que no vale la pena hablar, mucho menos contar en un libro. Sin embargo, medio millón de seguidores en redes sociales, más de 17,000 ejemplares en circulación, tres reimpresiones, traducciones al francés y al alemán, y contratos para publicar en países como Rumania dicen lo contario. Me refiero a Diario de una volátil, de la ilustradora Agustina Guerrero, un libro que resignifica la intimidad cotidiana con ligereza y sentido del humor.

El personaje que protagoniza las viñetas de este diario ilustrado es La Volátil, alter ego de Agustina Guerrero, una chica “treintañera con camiseta de rayas que ve el mundo muy a su manera (…) un mundo entero de detalles chicos y grandes que hablan de ti, de mí y de todos nosotros”, dice la contraportada del libro. Con sus trazos, Agustina Guerrero entrega ilustraciones llenas de precisión expresiva que representan eso que sentimos y no podemos compartir más que en un diario íntimo. Porque todos nos tiramos pedos y nos sonrojamos, porque hay muchos que no sabemos silbar o leer un mapa, porque aún con la persona que amamos tenemos gestos de codicia, pero también de vulnerabilidad y compasión. Y cuando lo mostramos a otros, eso que parecía vergonzoso o intrascendente bajo la mirada de las “buenas costumbres”, se vuelve un gesto sencillamente humano.

Lo que uno encuentra en las páginas de La Volátil es alivio y compañía en un mundo atomizado, competitivo, enfrascado en la gravedad de los problemas y cada vez más ajeno a las pequeñas cosas que dan sentido a la vida . La figura regordeta de La Volátil es entrañable por su transparencia sin pretensiones, graciosa cuando se desnuda en el baño y canta una canción frente al espejo, osada cuando decide jugar como niña en un parque e insegura cuando su novio mira a una chica con cuerpo “perfecto”. Igual que cualquier persona, comete errores, se conmueve, sueña e imagina, se enfurece y tiene instintos salvajes, pasa por los peores estados de ánimo en un mismo día, pero vuelve a casa y abraza a la persona que ama, a veces tan fuerte que lo ahoga.

Si bien es un diario que apela directamente a las mujeres, Agustina cuenta en entrevista desde Barcelona (donde reside hace trece años) que tiene muchos lectores masculinos. “Ellos también se identifican con lo que cuento porque me interesa mostrar situaciones que nos ocurren a todos”. Inspirada en la ilustración de Liniers por la cercanía de sus ilustraciones, Agustina ficciona la realidad y al exagerarla, destaca situaciones con las que nos identificamos sin importar nuestro país o nuestra lengua de origen.

A inicios de 2015 Agustina se convirtió en madre y el diario de su embarazo se convertirá en un libro que saldrá a la venta después del mes de abril. En ese volumen continúa en la misma línea de La Volátil y cuenta con desparpajo y sentido del humor esos detalles que a una no le dicen del embarazo,precisamente porque existe el prejuicio de que son “vergonzosos”. Pero Agustina dice que en su trabajo no cabe la autocensura, “si yo pensara ‘esto sí o esto no porque van a pensar tal cosa’ estaría traicionando al personaje; esa libertad para contar es lo que ha hecho que la gente la siga”.

Me parece que, más que un libro ilustrado, Diario de una volátil (Editorial Lumen) es un espacio en el mundo que Agustina Guerrero se ha ganado con valentía y con la convicción de quien hace y dice lo que necesita decir desde el corazón. Pero ese espacio también lo ha ganado para sus lectores, un espacio para ser, simple y sencillamente, humanos. Su trabajo está lejos de las moralinas y la sensiblería de los libros de autoayuda; en su ilustración, da cuenta de una capacidad de observación afinada y nos muestra las aventuras de una persona en el proceso de aceptarse y amarse a sí misma –haciendo honor al nombre– con la ligereza necesaria para aprender y disfrutar lo que la vida nos ha preparado.

Para conocer más sobre su trabajo, síguela en @lavolatil o visita su blog: guerreroagustina.blogspot.mx

@luzaenlinea

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