“Defectos” que a él no le importan

El otro día escuché a dos chicas en el autobús que hablaban de cómo les había ido en la playa el fin de semana. Una de ellas fue con un grupo de amigos y decía que se había sentido incómoda: "No me di cuenta cuando lo compré, pero ese bikini hacía que se me salieran los gorditos de la cadera y se me veían las estrías. Fue horrible, había un tipo que me gustaba y me moría de la vergüenza". La chica hablaba en serio. Entonces me pregunté si en verdad los hombres se fijan en esos detalles.

¿Te preocupan mucho tus
¿Te preocupan mucho tus

Lo confieso: yo misma recurrí al viejo truco de no depilarme las piernas para no terminar en la cama desde la primera cita. Pensaba (ingenuamente) que "el cactus" serviría como freno de emergencia, pero los hechos demuestran que a los hombres les da exactamente lo mismo; con o sin pelos, ellos están concentrados en otros asuntos. Y si no les importan los pelos ni las estrías, ¿entonces en qué carambas se fijan? Para averiguarlo, hice un sondeo entre algunos conocidos. Este fue el resultado:

"Típico que estás en la playa y ves a una chica que se esmera en taparse por aquí o por allá, porque alguien, alguna vez, le dijo que esa pancita o esos muslos eran un repelente de hombres. Típico... pero triste. No sé de qué hombres hablaban, los que yo conozco prefieren que haya carnita de dónde agarrar. O sea, todo el mundo tiene pancita o rollitos en alguna parte. Es mil veces más sexy una mujer que sabe comer, reír y gozar la vida, que una que vive obsesionada con el cuerpo 'perfecto'." Mauricio, 32 años.

"Me casé hace ocho años y tengo dos hijos con mi esposa. Después de la lactancia, la forma de sus senos cambió, pero yo sigo pensando que son lo máximo, me vuelven loco y se lo digo cada vez que puedo. Supongo que eso reafirma el amor que, de por sí, ella les tiene. Pienso que no hay un par de senos ideales, todas las formas, tamaños, colores y sabores son bienvenidos. Si una mujer está convencida de que sus senos son lo más sexy del mundo mundial, su hombre también estará feliz. Así de simple." Alejandro, 40 años.

"Justo el sábado desperté y vi a mi mujer frente al espejo examinando las estrías que tiene en la entrepierna. Dijo: me voy a comprar una crema para que se me quiten. Yo le contesté que si lo que quiere es mejorar su apariencia, debería dormir un poquito más, eso definitivamente la pone más hermosa, como un gatito al que quiero acariciar y complacer todo el tiempo. Con trabajos me fijo en sus estrías, no son importantes, estoy más ocupado con todo lo demás que hace que el cuerpo de mi mujer sea maravilloso." Ricardo, 28 años.

"El vello púbico es todo un tema. En los hombres, la barba va y viene, hay días que nos da pereza afeitarnos, pero eso no cambia nuestro approach con las mujeres. Yo les diría que se hagan lo que quieran, diseños, cortito, largo, da lo mismo. Mientras más cómodas, sexys y despreocupadas se sientan, mejor. Lo que sí me causa un poco de rechazo es el depilado completo, me da la impresión de estar con una preadolescente o una muñeca, es medio fetichista, ¿no? Además de que el periodo de crecimiento es rasposo para los dos. En corto: al hombre que le importe más la envoltura que el regalo, es un imbécil." Hugo, 34 años.

"La primera vez que mi novia dijo con cara de veloro 'tengo orzuela', me dieron escalofríos. Le pregunté si era grave, me pegó un manotazo en la nuca y me dijo que no me hiciera el gracioso. Entonces me mostró las puntas de su pelo. No vi nada raro y ella se enojó. Ya después entendí que orzuela era ese extraño fenómeno de cuando se abren las puntas del pelo. Ahora veo que hay un montón de comerciales en la tele explicándole a las mujeres (y a los 'ignorantes' como yo) por qué eso de la orzuela es "tan terrible". No inventen, si de por sí la vida es complicada, no agreguen un item más a la lista de obsesiones. Yo no sé distinguir un cabello con punta abierta de otro que no la tiene, lo que sí sé identificar cuando una mujer es práctica con ese tipo de cosas." Claudio, 27 años.

"Quisiera entender por qué las chicas blancas gastan dinero en broncearse, mientras que las morenas lo gastan en aclararse la piel. Hay algo mal en la ecuación. En serio, no importa cuanto gasten, el resultado se nota y casi siempre es malo. Las blanqueadas me recuerdan a Michael Jackson negándose a sí mismo, las bronceadas me remiten a esos negritos falsos de las películas de los años 30. No se hagan nada, el tono de su piel es perfecto tal y como está." Julio, 35 años.

"¡El botox! Se nota a tres cuadras de distancia. Una mujer con la boca inyectada me da "repelús". Una vez me presentaron a La Prima, ya sabes. Me dijeron, compadre te vas a volver loco. Y sí, prácticamente no pude poner atención a otra cosa más que la trompa inyectada, todo el tiempo me preguntaba por qué alguien tan simpático querría verse como si le hubieran golpeado la boca. Lo mismo me pasa con los rostros sin arrugas. Las líneas de expresión hablan de las emociones de una persona, y sobre todo de una mujer madura. Una cara de cartón es una máscara que no expresa nada." Guillermo, 32 años.

"Las cicatrices, qué bárbaro. Conocí a mi novia en una boda de día, llevaba un vestido cortito y tenía las rodillas como un mapa. Al rato le pregunté qué le había pasado y me contó la historia detrás de cada cicatriz, quedé fascinado. Muchos años hizo bici de montaña, tiene alma de guerrera. Sé que hay otras cicatrices que quedan de experiencias difíciles, pero igual creo que hablan de vivir la vida con valentía y no tener bronca en mostrarlo. Imagínate, una mujer que a pesar de haberse caído no teme vivir la aventura de la vida... Eso es una mujer y no pedazos". Arturo, 29 años.

Aquí les dejo un video del año de la canica. Es de Gianluca Grignani y se llama Bella (la versión original es en italiano, Una donna così).