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7 rasgos de las personas genuinas

Parece que nos importa mucho lo que digan los demás de nosotros. Sin embargo, nos sentimos más atraídos y confiamos más en personas las genuinas, es decir, aquellas a las que no les interesa modelar su vida de acuerdo a la opinión de otros. De hecho, la gente que finge una identidad nos produce rechazo porque no son honestos en lo más básico: ellos mismos. El doctor Guy Winch, autor, conferencista, terapeuta e investigador del comportamiento humano, ha identificado algunos rasgos que distinguen a las personas genuinas. ¿Te identificas?

Rasgos de las personas genuinas
Rasgos de las personas genuinas

1. Dicen lo que piensan, pero tienen conectado el cerebro al corazón y su boca no es una ametralladora. Es una acción en dos pasos. La persona genuina se toma su tiempo para reflexionar y elaborar su punto de vista, analiza varias perspectivas y cuando está seguro de tener una postura, presenta su idea sin necesidad de ser agresivo, sin tratar de convencer a los demás o de introducir una disculpa por su honestidad.

2. Responden a expectativas propias, no ajenas. Una persona genuina tiene claro su propósito en la vida, para llegar a ello, pasó tiempo revisando y cuestionando sus propias creencias e ideales, así como las expectativas que otros habían puesto en ella. Las personas genuinas suelen ser calificadas como valientes porque se atreven a romper el molde.

3. Trazan su propio camino. Más que un decir, el ser genuino es un hacer, una forma de estar en el mundo. Dejarse guiar por la intuición significa no seguir la ruta convencional, ese camino que le ha funcionado a otros y que se vende como el menos riesgoso. Las personas genuinas no quieren llegar a viejas pensando cómo habría sido su vida si hubiesen hecho lo que les apasionaba; trazan su propia ruta para perderse y encontrarse en ella.

4. No ven una amenaza en el fracaso. Es cierto que seguir una ruta convencional ahorra caídas, y que andar por un camino nuevo implica un riesgo más grande de fracasar. Sin embargo, las personas genuinas entienden que los errores y los tropiezos son una fuente de aprendizaje que los fortalece y les permite crecer.

5. Admiten sus errores. Entre más lo niegas, más grande se hace y más te persigue. Una persona genuina reconoce sus fallas y también sus carencias; no hace un drama, sólo se hace cargo, trabaja con ellas para convertirlas en conocimiento. Una persona genuina contagia a los demás la ligereza ante el error y las ganas de crecer a partir de ello.

6. No juzgan a otros. Como son honestos consigo mismos, aceptan su individualidad y abrazan su dualidad, sus conflictos, su lado oscuro y también su mejor versión. Andan más relajados y eso les permite ver que seguramente los demás andan igual, entendiendo sus carencias, sus virtudes y su complejidad. Una persona genuina ha comprendido, en carne propia, que el juicio solo hace que la vida sea más complicada.

7. Tienen una autoestima sólida. Ni muy muy, ni tan tan, no caen en el narcisismo, tampoco se sienten aludidos cuando alguien hace una crítica generalizada. No se sienten amenazados por la imperfección porque no tienen que cumplir con las expectativas de nadie. Saben que los comentarios, positivos o negativos, no definen su valor.