Averigua por qué las parejas jóvenes suelen divorciarse

Texto: Irina Kenigsberg

¿Quién no tiene una amiga que se casó de veinteañera, con toda la ilusión y el romanticismo del amor joven, y se divorció pocos años después? Inclusive, tal vez te haya tocado a ti misma vivir esa dolorosa situación. Descubre cuáles son las posibles razones del divorcio joven, de acuerdo con la opinión de tres expertos.

Aún no desarrollan su identidad

Si te preguntan qué debe hacer con su tiempo alguien de veintitantos años, ¿qué dirías? Probablemente viajar, estudiar, salir con amigos, conocer gente, investigar sus intereses. A esa edad, las personas están desarrollando su identidad, explorando lo que les gusta, lo que funciona para ellos y quiénes quieren ser.

Es una década de grandes cambios, lo cual puede conllevar circunstancias imprevisibles que podrían ser problemáticas para las jóvenes parejas casadas. “Uno de los mayores motivos por los que estos matrimonios se terminan tiene que ver con que las personas están cambiando. Realmente hay un desarrollo de la identidad en este período. Estás averiguando quién eres, qué quieres hacer y lo que representas, sobre todo entre los 18 y 25 años”, explica el doctor Mark Banschick, psiquiatra y escritor de una serie de libros sobre divorcio, al sitio de estilo de vida para mujeres Refinery29.

Otros especialistas piensan de la misma manera. “Muchas de estas parejas todavía no han alcanzado una formación completa de su yo”, explica Kay Moffet, coautora del libro sobre divorcio joven Not Your Mother's Divorce: A Practical, Girlfriend-to-Girlfriend Guide to Surviving the End of a Young Marriage, en el sitio Divorce360. Ella aconseja esperar hasta estar más cerca de los 30 para casarte, ya que eso “permite tener un período dedicado a la exploración de la identidad”.

Moffet agrega que la mayoría de los matrimonios jóvenes, además de que carecen de estabilidad en el hogar y en el trabajo, se casan por las razones equivocadas: “Simplemente están muy emocionados con su relación, con casarse y con haber cumplido aquello que se sintieron presionados a hacer, a menudo por sus amigos”. Al parecer no estaría mal esperar un poco, ¿no crees?

Sienten que pierden su individualidad

Otra razón que podría influir es que algún miembro de la pareja sienta que pierde su libertad o independencia. La femineidad, o una visión de ella, “suele relacionarse con sumergirse a una misma en términos de lo que otros necesitan y desean”, explica la psicoterapeuta Susanna Abse en el periódico The Guardian. Según la especialista, en muchos matrimonios que se terminan, “las mujeres deciden que la relación en sí misma no es capaz de permitirles ser más autónomas”. En el caso de los hombres, “vemos muchos que están deprimidos porque no pueden expresar su enojo y sus sentimientos”, y concluye que “si analizáramos esas relaciones tempranas, tal vez encontraríamos como temática común la represión del yo individual en favor de la relación”. La buena noticia es que “con su próxima pareja, son capaces de tener una mayor autonomía”.

Si aún eres joven y no te has casado, toma en cuenta estos aspectos antes de darle el “sí” a tu novio, ¡recuerda que no hay prisa! Si ya te casaste y divorciaste, cuéntanos tu experiencia.