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4 motivos por los cuales solemos temerle al amor

4 motivos por los cuales solemos temerle al amor

Hace rato que terminó tu última relación y ya estás lista para conocer a alguien nuevo. Te cortaste el cabello, te inscribiste en el gimnasio, comenzaste a salir más... ¡hasta tienes un perfil en un sitio de citas! Pero sigues sin conocer a nadie. ¿Has pensado que quizás seas tú la que está evitando que el encuentro suceda? Puede que ni siquiera te des cuenta, pero es más común de lo que crees. Te contamos por qué, a veces, le tememos al amor.

¿Estás segura de que quieres enamorarte? Foto: Thinkstock
¿Estás segura de que quieres enamorarte? Foto: Thinkstock

1. El amor nos hace sentir vulnerables.

Permitirse enamorarse implica un riesgo real. Al entrar en el terreno desconocido de un nuevo romance, es necesario confiar en el otro, dejar que nos afecte, y esto puede hacer que nos sintamos expuestos y vulnerables, expone Lisa Firestone, psicóloga clínica y escritora, en la revista especializada Psychology Today. Tendemos a creer que cuanto más nos importa alguien, más puede lastimarnos.

2. Sin dolor no hay amor.

Cuando experimentamos alegría, también sabemos que en algún momento llegará la tristeza, señala Firestone. Muchas personas se escapan de aquello que los haría felices, como enamorarse y estar en pareja, porque no quieren sentir el dolor que necesariamente acompañará esos sentimientos positivos.

3. El amor suele ser disparejo.

Muchas personas temen que su potencial pareja tenga sentimientos más intensos que ellos, o viceversa. Y sí, el amor suele ser desequilibrado, con cada miembro de la relación sintiendo cosas de forma más o menos intensa, explica Firestone. Dado que nuestros sentimientos están cambiando y desarrollándose todo el tiempo, en pocos segundos podemos sentir enojo, irritación o hasta odio por alguien a quien amamos. Pero preocuparte por cómo te sentirás, puede impedirte ver hacia dónde apunta en realidad tu corazón. Si dejas que la culpa o el miedo se apoderen de ti, no podrás conocer a la persona que tienes adelante.

4. Simplemente, eres humana.

La amígdala es la parte del cerebro que se ocupa de procesar las emociones, incluyendo las respuestas de placer y miedo ante diversos estímulos, explica Mary C. Lamia, psicóloga clínica, en Psychology Today. Es entonces la responsable de que la atracción romántica esté necesariamente vinculada (de forma consciente o inconsciente) a sentimientos de miedo, vergüenza, pérdida, abandono o dolor.

El investigador en neuropsicología, Allan Schore, le explicó a Lamia que en la amígdala derecha, la excitación sexual es interpretada como una señal de peligro, dado que ambos elementos (excitación y miedo) son procesados por la misma región. Para lidiar con esa supuesta amenaza, muchas personas se alejan del amor.

¿Has tenido miedo de enamorarte? ¿Cómo lo venciste?