Si enloqueces cuando cortas, la culpa podría ser de tu cerebro

Si enloqueces cuando cortas, la culpa podría ser de tu cerebro

Texto: Irina Kenigsberg

Todas tenemos alguna amiga que, al enfrentar una ruptura amorosa, no manejó la situación de la forma más decorosa posible... sino todo lo contrario. Probablemente a ti también te haya sucedido alguna vez. ¿Quién no gritó, lloró e hizo cosas de las que luego se arrepintió? Todo eso podría deberse a ciertas reacciones químicas del cerebro, ¡descubre de qué se trata!

No eres tú, es la química de tu cerebro. Foto: Thinkstock.
No eres tú, es la química de tu cerebro. Foto: Thinkstock.

La química de las relaciones

Al comenzar a salir con alguien que nos gusta, hay una gran actividad química en nuestro cerebro, que tiene el fin de generar un vínculo con esa nueva pareja, explica el neurocientífico Larry Young en la revista Marie Claire. En cada interacción se libera oxitocina, la neurohormona de las conexiones sexuales y sociales, y dopamina, que está asociada a las recompensas. Así, se forma una conexión entre la cara y el olor de nuestro objeto de interés y el sistema de recompensas del cerebro.

En otras palabras, para este órgano, nuestra pareja y la atención que nos da son como una droga. De hecho, la activación del sistema de recompensas a través de medios no farmacológicos (como enamorarse o hasta ver una foto de tu novio) podría reducir la experiencia del dolor térmico, de forma similar a como lo hace un fármaco, según un estudio publicado en octubre de 2010 en la revista en línea Plos One.

La ruptura

Entonces, ¿qué sucede cuando esas interacciones se terminan? Helen Fisher, antropóloga biológica, explica en Marie Claire que cualquier barrera que se ponga a la relación, estimula al sistema dopaminérgico aún más. “Entonces estás más enamorada y tratando de recuperar a tu expareja”, explica, ya que el cerebro de las personas que fueron dejadas pasa por un período de abstinencia de la “droga” que era su novio o novia.

La activación de áreas involucradas en la adicción a la cocaína podría ayudar a explicar los comportamientos obsesivos asociados con el rechazo en el amor, según un estudio en el que participó Fisher, publicado en julio de 2010 en la Revista de Neurofisiología. Hay una razón evolutiva detrás: es la forma que tiene la naturaleza de aumentar el éxito del apareamiento; si dejas que se escape la pareja, no podrías procrear, por eso “el cerebro está diseñado para intentar recuperar a esa persona”, explica Fisher.

A quiénes afecta

Para algunos, es más probable caer en comportamientos extremos luego de una ruptura. Jeffry Simpson, profesor de psicología en la Universidad de Minnesota, aclara en Marie Claire que, si es un corte inesperado, afectará a los individuos de distintas maneras según la edad que tengan. “Al envejecer hay más en juego, porque muchos buscan tener una relación a largo plazo, por lo que representa un golpe a su visión del futuro. También es un golpe a su visión de sí mismos como personas capaces de detectar y resolver problemas”, explica Simpson. Quienes sufren de depresión o que tienen baja autoestima también tienden a enfrentar de peor manera las rupturas, inclusive si son ellos quienes terminan la relación.

Y tú, ¿cómo reaccionaste la última vez que terminaste una relación?