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El primer paso lo dan ellas

¿Quién tiene la última palabra en una relación? ¿Él, ella? ¿La suegra? Supongo que en cada pareja es diferente; sin embargo, en el caso de una nueva app para smartphones para unir a dos personas, que tiene pocos meses en el ciberespacio, la primera palabra siempre la tendrá ella.

Hablamos de Bumble, una aplicación gratis disponible por el momento solamente para equipos iPhone (a partir del modelo 5), iPad y iPod touch, que permite juntar aquellos que tienen afinidad y requiere para esto utilizar los perfiles de Facebook. Con mucho parecido a Tinder –y hay razón para ello como veremos después–, también tendremos que empujar la imagen del candidato hacia la derecha para indicar que nos interesa la otra parte. Si hay coincidencia, comienza la historia. Pero en este caso, la chica será la que tenga que decidir primero. Si no chatea durante las siguientes 24 horas con su nueva conexión, ella desaparecerá para siempre de la vista de él.

Bumble
Bumble

Aunque esto último no es definitivo. Si no fueron suficientes las 24 horas iniciales, podemos prolongarlas por otro lapso igual antes de que expire el inicial. ¿Qué pasará con las conexiones de igual sexo? En este caso, cualquiera de las personas tiene 24 horas para dar el primer paso, antes de que esta coincidencia desaparezca. Por otra parte, habrá que ser mayor de 17 años para poder registrarse en Bumble, y constatar que la app no esté prohibida en el país en el que va a ser descargada y utilizada.

Una de las primeras condiciones que se establece en la página oficial de la aplicación (www.bumble.com) es que el material subido “no contenga lenguaje que pueda ser abusivo, insultante, amenazante o promueva racismo, odio, sexismo o intolerancia hacia otra persona”. Parece ser que a todo esto se le da mucha importancia en la app, y seguramente estará vinculada a la propia historia personal de la creadora de Bumble, Whitney Wolfe.

Wolfe fue también cocreadora de la masiva Tinder y tomó conciencia del grado de hostilidad por parte de los hombres que se producía en algunas conexiones establecidas. Si bien Tinder ayudó a unir a mucha gente, causó también muchos dolores de cabeza y casos de acoso.

Wolfe misma denunció en su caso haber sido víctima de acoso sexual y laboral, hecho que luego derivó en un juzgado y que terminó posteriormente con un arreglo indemnizatorio antes de terminar en un juicio.

Cuando ella ayudó a crear Tinder, sostuvo un noviazgo con otro cofundador, Justin Mateen. Las cosas no terminaron bien, y Wolfe hizo la denuncia que él la maltrataba verbalmente en público y le enviaba mensajes sexistas. También que otros de los fundadores de la aplicación, Sean Rad, le había quitado los méritos por la creación de la app. Todo esto fueron las razones que llevaron a Wolfe a efectuar la denuncia en la justicia.

De todas maneras, habrá que preguntarse si la vuelta de tuerca que Bumble le da a Tinder será suficiente para repetir el éxito. Por otro lado, muchas mujeres opinan que tener que dar el primer paso, también es sexista. ¿Qué opinan?