El alcohol nos pone mimosas… ¿y a ellos?

Texto: Mariana Israel

En una noche de copas, los buscamos para que nos den cariño. Nos convertimos en gatas ronroneantes con ganas de que nos rasquen la espalda. Sin embargo, el objeto de nuestro afecto, en el mismo estado que nosotras, nos ignora. ¿Te ha pasado alguna vez?

Un grupo de investigadores estadounidenses quiso indagar en este fenómeno tan particular, poniendo algunos ratones a prueba. Mira lo que hallaron.

 

Ratones infieles

Para el trabajo, publicado recientemente en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences, los científicos analizaron el comportamiento de un grupo de ratones de la pradera, famosos por su monogamia (hasta que el vodka se cruza en su camino, claro está).

Primero, les presentaron a sus parejas “oficiales”. Luego, los mezclaron para que interactuaran y los emborracharon. ¿Qué sucedió? La embriaguez, efectivamente, reforzó los lazos iniciales en las hembras, mientras que favoreció la infidelidad en los machos, tal como resume un artículo publicado en el periódico español ABC.

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Casi todas las “chicas” alcoholizadas prefirieron acercarse a su antigua pareja. En cambio, de las sobrias, dos tercios eligieron esta opción. Los machos borrachos hicieron exactamente lo contrario: ¡se fueron con las nuevas! Los sobrios, en tanto, fueron fieles a su primera pareja.

 

Cambios cerebrales

Tal como recopila la revista de la Fundación Smithsonian , los investigadores examinaron los cerebros de los ratones que participaron en el experimento y vieron que el alcohol despertaba la ansiedad de las hembras, lo cual hacía que se inclinaran por afianzar su vínculo. En contraste, a ellos el vodka los relajaba y los desviaba del compromiso.

Por más que los ratones sean distintos a nosotros, los autores del trabajo escribieron que “el aumento del compromiso en las hembras se asociaría a los efectos prosociales del alcohol en los humanos”. A diferencia de los ratones, hombres y mujeres pueden sufrir uno u otro efecto al emborracharse: o quedarse con su pareja o mirar a otras… Tal vez dependa de cómo les “pegue” el cóctel a nivel cerebral.

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El alcohol no nos afecta igual

No hay legislación igualitaria que funcione en este campo: el alcohol impacta en cada sexo de una manera distinta, declara el profesor David Hanson, profesor del Departamento de Sociología de la Universidad Estatal de Nueva York en Potsdam , en un artículo publicado en un micrositio de la institución.

“En contra del mito popular, hombres y mujeres del mismo peso y de la misma estatura no obtendrán los mismos efectos al consumir una idéntica cantidad de alcohol”, empieza. A nosotras nos impacta más rápidamente, porque tendemos a poseer una mayor proporción de grasa corporal. Esta no puede absorber el alcohol, que entonces se concentra en la sangre.

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Aparte, tenemos una menor cantidad de una enzima estomacal que metaboliza el alcohol antes de que ingrese en el torrente sanguíneo, explica el especialista. Por esto, absorbemos un 30% más de alcohol que los varones.

Claro que la estatura, el peso, lo que hayamos comido antes de beber e incluso las hormonas durante el ciclo menstrual influirán en los efectos del alcohol.

¿Cómo repercute en ti y en tu pareja?

 

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