Duerme una hora más para encender el deseo

¿Podría la cantidad de horas de sueño que obtienes influir en tu deseo sexual y en las probabilidades de tener sexo con tu pareja? Un grupo de investigadores se propuso averiguar la respuesta, entérate de los interesantes resultados, a continuación.

El sueño: factor clave

Como sabrás por experiencia propia, hay muchos elementos que pueden influir en el deseo sexual o en la falta del mismo. Pero ¿qué dice la ciencia al respecto? Hasta ahora, los estudios científicos han tenido en cuenta la enfermedad mental, los desórdenes psicológicos y la falta de satisfacción en la pareja como factores que podrían llevar a las mujeres a tener disfunciones sexuales. Sin embargo, los problemas del sueño casi no han sido considerados, según el portal Medical News Today.

Se podría pensar que las mujeres que no obtienen suficientes horas de sueño, simplemente se encuentran demasiado cansadas para tener sexo. Sin embargo, la relación entre el sueño y el sexo se hizo presente aun cuando investigadores de la Escuela Médica de la Universidad de Michigan quitaron del medio las variables como la fatiga y el estado de ánimo, explica la revista Psychology Today.

El estudio

El experimento contó con la participación de 171 mujeres jóvenes, y fue publicado en línea en marzo, en la revista científica The Journal of Sexual Medicine. Cada día, durante dos semanas, las participantes completaron cuestionarios sobre su estado de ánimo, sueño y función sexual de las 24 horas previas. En promedio, durmieron de siete horas y media cada noche, según Psychology Today.

Un poquito más

Dormir una hora más llevaría a un incremento del 14 por ciento en las probabilidades de tener relaciones sexuales con la pareja, como concluyeron los resultados del estudio. Además, un sueño más prolongado se relacionó con un mayor deseo sexual al día siguiente.

Sueño y sexo, muy conectados

"Luego del orgasmo, se libera la hormona prolactina, responsable de las sensaciones de relajación y adormecimiento" que son tan comunes después de tener relaciones sexuales, explica la psiquiatra Sheenie Ambardar, en el sitio WebMD.

Como ves, se trata de un círculo de beneficios: si duermes más, tienes más probabilidades de querer tener sexo y, si tienes sexo, duermes mejor.