Se descubre nueva especie de dragón marino

La nueva especie de dragón
La nueva especie de dragón

El nombre “Dragón Marino”, pueden sonar a criatura mítica, pero estos diminutos peces que son primos cercanos de los caballitos existen en nuestro mundo y se encuentra en las aguas costeras de Australia.

Estas maravillosas criaturas que se alimentan de pequeños crustáceos y larvas de peces, no tienen dientes o un estómago; por lo tanto, tienen que comer constantemente y siempre están recorriendo los océanos en busca de alimento.

Hasta hace poco, los científicos creían que sólo existían dos especies de dragones de mar, pues resulta que no es así; hay una tercera especie llamada Ruby, gracias a su impresionante color rojo oscuro. El descubrimiento del nuevo miembro de la familia cuyo nombre científico es Phyllopteryx dewysea, es el resultado de una colaboración entre Josefin Stiller y Greg Rouse, del Instituto Scripps de Oceanografía en San Diego, California, y el biólogo marino Narida Wilson, de la Australia Occidental Museo (WAM).

Todo comenzó cuando los científicos estaban analizando muestras de tejido perteneciente a dragones marinos y se dieron cuenta que una de las secuencias de ADN era diferente a la de los demás.

La curiosidad por saber el por qué de dichos resultados, llevo a los investigadores a solicitar el espécimen completo, así como fotografías de cuando fue capturado. Al examinar las imágenes, se dieron cuenta que se trataba de una especie nueva, solamente juzgando por su fuerte color rojo.

Ya que el equipo sólo tiene un espécimen muerto y hasta el momento no se han encontrado vivos, se decidió crear un modelo virtual del animal usando rayos X de para crear una tomografía computarizada. Esto les ha permitido echar un vistazo más de cerca al dragón de mar y observar varias características del esqueleto que eran claramente diferentes de las otras dos especies.

Este descubrimiento, junto con la evidencia genética que habían encontrado anteriormente, fue suficiente para convencer a los científicos que, efectivamente, había tropezado con una especie totalmente nueva.

Por supuesto, una vez que se identificó la criatura, también se descubrieron otros especímenes preservados. Wilson descubrió que había permanecido en las colecciones del Museo de Australia Occidental durante más de un siglo, mientras que Stiller encontró dos más en el archivo de la Colección Nacional de Peces Australiana.

El reto ahora es localizar un espécimen vivo de esta hermosa criatura, sin embargo, esto no es tarea fácil debido a que estos dragones de mar viven a profundidades de 236 pies (72m), que es, probablemente, la razón por la qué los científicos no fueron capaces de descubrirlos hasta ahora.