Jugar en la tierra podría beneficiar el sistema inmune

Texto: Josefina Insausti

Si tienes hijos, seguramente te ha ocurrido: el niño no come vegetales, pero está encantadísimo de llevarse tierra, piedras y agua sucia a la boca. Llora cada vez que intentas bañarlo y ríe a carcajadas cuando se revuelca en el barro con sus amiguitos. En vez de preocuparte y recurrir a baños constantes, alcohol en gel y toallitas limpiadoras, puedes relajarte y dejar que se ensucie: podrías estar fortaleciendo su salud.

 

Una niña que se ensucia puede ser una niña sana. Foto: Thinkstock
Una niña que se ensucia puede ser una niña sana. Foto: Thinkstock

Ropa sucia, cuerpo sano

La “Hipótesis de la Higiene” fue formulada por el Dr. Dravid Strachan en 1989. Como detalla el journal de investigación de estudiantes de Harvard, Thurj, esta teoría establece que la falta de exposición a microorganismos durante los primeros años de desarrollo podría incrementar la probabilidad de desarrollar desórdenes inmunológicos, como alergias o eczemas, más adelante en la vida. El médico notó que ciertas enfermedades alérgicas eran menos frecuentes en niños de familias numerosas, quienes probablemente estaban expuestos a más gérmenes a través de sus hermanos.

Estadísticas reveladoras

Hay estudios epidemiológicos que respaldan la “Hipótesis de la Higiene”. En los países desarrollados, que tienen mayores avances en materia de higiene y cuidado personal, habría un aumento de ciertas enfermedades: en Estados Unidos, los casos de asma han aumentado un 1% en los últimos 10 años; en Etiopía, 2 % de adultos desarrollan asma clínica, mientras que en el Reino Unido, ese porcentaje es del 18.2%, como detalla el journal antes mencionado.

Los microbios, nuestros viejos amigos

Otra hipótesis que complementa la anterior fue desarrollada por el Dr. Graham Rook en 2003. La teoría de los “Viejos Amigos”, como se indica en Thurj, sugiere que el problema no sería la baja exposición a patógenos comunes de la infancia, sino el poco contacto con microbios inofensivos que han coexistido con el hombre hace millones de años, desde sus primeras etapas de evolución. Estos microbios eran tan comunes, que nuestro sistema inmunológico se acostumbró a ellos, requiriendo su presencia para desarrollarse adecuadamente. Incluyen ciertos “bichitos” que viven en nuestra piel, nuestra barriga, nuestro tracto respiratorio e incluso en nuestras mascotas. Y, también, parásitos y gusanos que podrían ayudarnos a estimular ciertas respuestas defensivas.

¡Cuantas más bacterias, mejor!

Pues sí: parece ser que la diversidad de bacterias que tienes en tu mucosa intestinal sería un factor clave para el desarrollo de tu sistema inmunológico. Esto describe la hipótesis de la “Diversidad Microbial” desarrollada por Paolo Matricardi en 2010, que también se relaciona con las teorías anteriores.

Así que la próxima vez que tu hijo quiera ir a jugar afuera y revolcarse en el pasto, puedes dejarlo divertirse tranquilo, sin necesidad de embadurnarlo con alcohol o jabones antibacteriales.

¡Eso sí, evita abusar de antibióticos! Su uso abusivo ha dado lugar al desarrollo de bacterias que no responden a los antibióticos que antes eran eficaces. Además, si los niños toman antibióticos cuando no es necesario, correrían el riesgo de sufrir reacciones adversas, como dolor de estómago y diarrea, según indica el sitio Kids Health.

¿Y tú qué opinas? ¿Dejas que tu hijo se ensucie tranquilo? ¿Qué ocurría durante tu propia niñez?

Recuerda que ante cualquier duda o consulta sobre la salud de tus niños, debes visitar a un pediatra.