Cesárea vs. parto vaginal: sus principales diferencias

Hace tiempo que estás preparándote para ese momento especial en el que conocerás a tu bebé, ya sea soñando con tener un parto vaginal o planificando una cesárea. Conoce las características de cada tipo de alumbramiento.

 

Cada parto es único. Foto: Thinkstock.
Cada parto es único. Foto: Thinkstock.

  

Parto vaginal

Tu útero empezará a contraerse rítmicamente y a empujar a tu bebé hacia el canal de parto. Al mismo tiempo, estas contracciones abrirán completamente tu cérvix, hasta 10 cm (4 pulgadas), para que tu bebé puede salir a través de la vagina, describe el sitio de la Academia Americana de Pediatría, HealthyChildren.org. Cuando tu obstetra o partera te lo pida, comenzarás a pujar hasta expulsar a tu bebé.

Cesárea

Una cesárea implica la extracción del niño por medio de una incisión quirúrgica en el abdomen y útero de la madre. A veces, se planifica con antelación, pero en otros casos se recurre a esta opción en respuesta a alguna complicación imprevista durante el trabajo de parto, detalla el sitio BabyCenter.

Principales diferencias

Anestesia

Para los dos tipos de parto, probablemente te apliquen previamente una epidural u otro anestésico, que adormecerá la mitad inferior de tu cuerpo pero te dejará despierta y alerta para el nacimiento de tu bebé, explica BabyCenter. Aunque, en el caso del parto vaginal, puedes pedir que no te coloquen anestesia, señala la revista Parents.

Duración

- Vaginal. Las madres primerizas atraviesan un promedio de 14 horas de trabajo de parto. Si no es tu primer parto, el promedio sería de ocho horas, describe la revista antes mencionada.

- Cesárea. Duran en promedio 45 minutos: entre los primeros 5 y 15 minutos se extrae al bebé, y el tiempo restante se utiliza para suturar la incisión, según el sitio de la Asociación Estadounidense de Embarazo.

Riesgos

Al ser la cesárea una cirugía abdominal, conllevaría más riesgo de complicaciones que el parto vaginal. Podrías sufrir infecciones, excesivo sangrado, coágulos de sangre, dolor postparto y daños en la vejiga y los intestinos, además de que posiblemente la recuperación demore más tiempo, enumera BabyCenter.

Después del parto

- Vaginal. La madre se retira del hospital poco después del nacimiento del bebé, señala BabyCenter.

- Cesárea. El promedio de permanencia en el hospital es de tres días, indica el sitio antes mencionado.

Cesárea planificada

De acuerdo con BabyCenter, sería recomendable una cesárea cuando:

1) Ya has tenido un hijo por cesárea o alguna intervención quirúrgica invasiva en el útero, porque durante el parto natural podría producirse una ruptura de este órgano.

2) Tienes un embarazo múltiple o tu bebé es demasiado grande.

3) Tu hijo está sentado o en posición transversal (de lado).

4) Tienes “placenta previa”, cuando esta se encuentra tan abajo en el útero que bloquea el canal de parto.

5) Tienes una obstrucción, como un gran fibroma.

6) El niño tiene malformaciones o anormalidades que podrían derivar en un parto vaginal riesgoso.

7) Eres VIH positiva, y los exámenes de sangre que te has hecho cerca del final del embarazo indican una carga viral muy alta.

Cesárea de emergencia

Tu médico determinará si deben practicarte una cesárea de urgencia en casos específicos, como por ejemplo, si tu cérvix no se dilata o si tu bebé deja de descender por el canal de parto, y los intentos para estimular las contracciones no han funcionado. O bien, si los latidos del corazón de tu niño preocupan a tu médico o la placenta comienza a separarse de la pared uterina, entre otros posibles escenarios.

Recuerda aclarar con tu obstetra todas las dudas que tengas en torno al parto.