Bebés nadadores

Por: Mariana Israel

El ahogamiento es una causa de muerte por trauma común en menores de 15 años. Saber nadar es lo único que puede ayudarlos a sobrevivir frente a un accidente.

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Si bien se considera que los chicos deberían tomar clases de natación a partir de los 3 años, acostumbrarlos al agua desde que son bebés no es mala idea. Claro que el solo pensar en meter a una criatura de seis meses en una alberca puede aterrarte. Para aclarar dudas, te presentamos las preguntas y respuestas más frecuentes.

1. ¿Cuándo empezar?
Una vez que tu bebé logra sostener su cabeza erguida, alrededor del tercer o cuarto mes, está listo para meterse al agua. Igualmente, por lo general se aconseja que lo bañes en la pileta a partir de los 6 meses, porque antes es más probable que se enfríe rápidamente.

2. ¿Qué puede aprender un bebé en una clase de natación?
En este tipo de clases, se apunta a que el bebé adquiera habilidades básicas. Que aprenda a flotar, principalmente.

3. ¿Qué tengo que esperar de un lugar de natación para bebés?
Que haya un máximo de 10 niños por instructor certificado, que haya bañero y que el agua esté lo suficientemente cálida. También es importante que el profesor se enfoque en que los bebés se diviertan en el agua. Después de todo, las clases no pueden ser tan exigentes, sencillamente porque son muy chicos para aprender.

4. Si lo llevo y no se quiere meter, ¿qué hago?
Intentá relacionar la actividad en la pileta con lo que hacen en la bañadera. En general, el momento del baño es divertido para los bebés, porque juegan y chapotean. Otra cosa que puede ayudar es bajarlo por los escalones, para que la inmersión sea gradual. Dale tiempo para que se adapte.

5. ¿Qué hago si estoy en la pileta con él?
Sumergilo hasta los hombros solamente y vigila que su cara no se hunda en ningún momento. Mira sus expresiones para controlar sus reacciones y ver si lo estás forzando de más. Mantente en movimiento: los bebés captarán que para permanecer a flote necesitan mover brazos y piernas.

Los bebés estarán bien en el agua siempre y cuando se sientan protegidos. Acompañalos durante el proceso de adaptación y de aprendizaje, y nunca des por sentado que un niño que sabe nadar no te necesita al lado. ¡Tu supervisión cuando está en la pileta o en el mar es fundamental!

Finalmente, es importante que consultes con un profesional antes de iniciar a tu bebé en esta disciplina.

Fuentes consultadas:
Swimming.org
Parenting.com

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