Adopción: construir una familia

Históricamente se sostiene, aunque este concepto no sea actual, que la mujer se realiza siendo madre y desde siempre se espera de una pareja, que tenga hijos.

La adopción es una buena opción para formar una familia - Thinkstockphoto
La adopción es una buena opción para formar una familia - Thinkstockphoto

Estos mandatos culturales sumados en muchos casos a deseos profundos y singulares hace del proyecto de un hijo biológico, todo un objetivo de vida. Vida que se ve empañada si este logro no llega.

Si luego de intentos fallidos más el paso del tiempo, el embarazo no llega, comienza un camino de consultas y estudios médicos que algunas veces deriva en un diagnóstico preciso: esterilidad o infertilidad y otras sin explicación alguna acerca de la dificultad de tener un hijo naturalmente.

Momento de desilusión, frustración y en el mejor de los casos, de duelo.

Allí se presentan las alternativas médicas y las promesas milagrosas: consultas, tratamientos, intervenciones quirúrgicas y un nuevo duelo cuando esto no dio resultado.

Las parejas que transitan este duelo suelen recorrer etapas que de alguna manera podemos sintetizar desde el aislamiento social hasta el no poder asumir la imposibilidad.

A partir de ese momento de abre la puerta de las diferentes opciones y la decisión de qué tipo de ayuda buscarán para lograr ese deseo tan profundo de tener un hijo.

Podrán optar por la ayuda de la ciencia: técnicas de fertilización asistida o por la ayuda de la ley: la adopción.

Es esperable que ésta sea una decisión en sí misma, producto de búsqueda de información, de acuerdos dentro de la pareja, de cálculo acerca del impacto subjetivo que esta decisión pueda tener sobre cada uno y sobre la pareja.

El desafío es lograr que la adopción sea una decisión verdadera, mediatizada por el deseo y no tomada "de última".

Para ello se requiere un proceso emocional para el que sería bueno pedir ayuda y ser acompañado.

La adopción se vislumbra como opción luego de un recorrido de consultas, estudios y tratamientos, a veces llegando hasta la exposición extrema del cuerpo y de las emociones, basado en una certeza que la ciencia de hoy propone que es que toda mujer hoy en día puede ser madre biológica.

Esto trae como consecuencia, más espera, más frustración y deja a la adopción como destino final de un recorrido del fracaso de lo que la ciencia prometió y no logró.

Una vez atravesados los duelos, aparece en el horizonte una lucecita de esperanza como consecuencia de la reflexión acerca de su propio deseo, del registro del deseo de tener un hijo y de diferenciarlo del embarazo para dejarse ayudar pero esta vez de la mano de la ley.

Cuando alguno de los integrantes de la pareja pone sobre la mesa la posibilidad de la adopción, y lentamente comienza a construirse como una verdadera opción, un nuevo camino comienza y es esperable que sea con decisión y felicidad de saberse en el camino hacia la realización del deseo.

El camino no es sencillo, mucho tiempo dedicado al armado de la carpeta, de trámites y la espera generan mucha ansiedad, incertidumbre, a veces angustia y por momentos desesperanza.

Algunos consejitos para quienes están pensando en adoptar:

- Buscar ayuda profesional para llegar al momento de la adopción, de la manera más sana y feliz posible
- Despejar los prejuicios, las influencias de mandatos, los temores y los mitos para despejar el campo y así convertirlo en fértil
- Tener presente que todo niño tiene derecho a ser deseado, esperado y amado con felicidad
- Proponerse transitar el camino del duelo por lo que no fue, primero; y el camino de lo que deseamos, elegimos y lo que vendrá, luego
- Dejarse acompañar y ayudar por los seres queridos que nos rodean

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