Baños de purificación

El poder curativo del agua y el calor han sido explorados por distintas culturas desde hace cientos de años. El sauna, el vapor, el hammam y el temazcal ofrecen hoy sus bondades al mundo para equilibrar cuerpo y espíritu. Conoce sus beneficios y comienza el año con nuevos bríos.

Los baños de humedad y calor purifican cuerpo y alma / Foto: Thinkstock
Los baños de humedad y calor purifican cuerpo y alma / Foto: Thinkstock

El origen de los baños de purificación se encuentra en las aguas termales que surgen naturalmente desde el interior de la tierra. El agua es impulsada por el vapor hacia la superficie y a veces forma pequeñas piletas o piscinas naturales. En su mayoría, las aguas vienen mezcladas con azufres y otros minerales que resultan benéficos para el cuerpo. Este principio fue aprovechado por distintas culturas, principalmente aquellas que en su tierra de origen tienen subsuelo volcánico, y con el tiempo, recrearon las mismas condiciones en espacios arquitectónicos y rituales de salud y bienestar.

Las aguas termales sirvieron de inspiración para los baños de purificación / Foto: Thinkstock
Las aguas termales sirvieron de inspiración para los baños de purificación / Foto: Thinkstock

No importa de qué tradición se trate, los baños de calor húmedo o seco permiten al cuerpo purificarse a través de la transpiración, eliminando las toxinas acumuladas. Son ideales para relajarse, purificar el organismo o fortalecer el sistema inmune.


El hammam es un baño de origen oriental. Más que una terapia es todo un espacio concebido para la relajación, la purificación física y espiritual. El lugar está organizado en distintas salas cubiertas de azulejos, dividido en salas para hombres y para mujeres. La temperatura del vapor oscila entre los 5ºC y los 50ºC, éste sale por conductos en las paredes, se condensa y cae desde el techo. Al centro hay una plataforma que sirve como cama de masaje.

Hammam tradicional en Irán / Foto: Thinkstock
Hammam tradicional en Irán / Foto: Thinkstock


El sauna, de origen finlandés, consiste en una pequeña habitación o cabina apta para un número limitado de personas, desde uno hasta 20, aproximadamente. Está hecho de madera y tiene bancas o gradas para sentarse. Se trata de un baño seco y el medio de transmisión de calor es una estufa en la que se calientan piedras volánicas, ideales para conservar y difundir el calor. La temperatura puede subir hasta 70ºC y de vez en cuando se rocía sobre las piedras un poco de agua; al convertirse en vapor, aumenta la intensidad del calor.

El sauna es un baño de calor seco / Foto: Thinkstock
El sauna es un baño de calor seco / Foto: Thinkstock


El vapor una la mezcla entre el hammam y el sauna; usualmente se encuentra en los gimnasios y los spas. Consiste en una pequeña habitación cubierta de azulejos, en los muros el techo hay difusores de vapor caliente.

Es usual encontrar una cabina de vapor en los gimnasios / Foto: Thinkstock
Es usual encontrar una cabina de vapor en los gimnasios / Foto: Thinkstock


El temazcal (palabra nahuatl que significa casa de vapor) es un baño ritual, higiénico y terapéutico de origen mesoamericano. Su propósito era purificar el cuerpo y fortalecer el espíritu, como en una especie de renacimiento, de ahí que los guerreros y los jugadores de pelota, por ejemplo, pasaban por un baño de temazcal antes de entrar en acción para aumentar su valentía. El temazcal es una pequeña construcción circular, hecha de adobe y ramas, de baja altura y sin ventanas. Es una especie de domo o cueva artificial que simula el vientre de la madre tierra. Una vez que los participantes han entrado, en el centro del círculo se colocan piedras volcánicas ardientes y sobre ellas se rocía agua con infusiones de hierbas curativas. El ritual se realiza en conjunto y es dirigido por un temazcalero, que dependiendo del tipo de temazcal, incorpora cantos, rezos o reflexiones. La duración puede ser desde quince minutos hasta una hora, y para refrescarse se hace circular una jícara con agua fresca.

El temazcal representa el vientre de la madre tierra / Foto: salud180.com
El temazcal representa el vientre de la madre tierra / Foto: salud180.com

Beneficios e indicaciones

  • El objetivo de estos baños es que el calor dilate los poros y favorezca la transpiración. Muchos hammams y temazcales proponen tratamientos complementarios, como masajes con aceites, limpias y exfoliaciones con barro.

  • En casi todos los casos, se pide que las personas se den una ducha previa y no usen ningún tipo de desodorante, perfume, crema o loción, ya que al intensificarse los aromas pueden producir náuseas a los demás.

  • Después del baño es necesario tomar una ducha o un baño frío para cerrar los poros y favorecer la vasoconstricción, eso activa la circulación de la sangre y propicia la relajación profunda.

  • Hay que saber que ninguno de estos baños está hecho para adelgazar, su objetivo es desintoxicar y purificar. La temperatura y la humedad hacen que el cuerpo se relaje mientras que reacciona a las condiciones extremas de temperatura, de manera que el sistema inmune se refuerza.

  • Practicados con regularidad, reducen el estrés, aumentan la resistencia a las infecciones de virus o bacterias, desahogan las vías respiratorias, desinflaman el cuerpo, reducen dolores y reumatismos, evitan la tensión muscular y nerviosa.

  • Estos baños son recomendados para quienes padecen patologías crónicas en las vías respiratorias, en la piel arteriopatías distales, e incluso como parte de las terapias post infarto. Quienes sufren insuficiencia cardiaca, infecciones agudas o tumores deben ser cuidadosos y consultar al médico previamente.

  • A excepción del hammam, no son recomendables para quienes han tenido cirujías recientes o heridas profundas, tampoco para los que se angustian en los espacios cerrados (a menos que sea parte de su terapia) ni para las mujeres durante la menstruación, lactancia o embarazo. Por supuesto, el consumo de drogas o alcohol (antes o durante) está prohibido, ya que pueden provocar derrames cerebrales.

@luzaenlinea

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