La odisea del noveno mes de embarazo

Texto: Milagros Conzi

Durante el último mes de embarazo, ¡pasa de todo! Te sientes molesta, con incomodidades y dolores constantes. Tienes sólo una posición para dormir, pues la barriga es como una de esas grandes pelotas inflables que reducen tu movimiento a cero. ¿Será ahora, más tarde, mañana o pasado? La ansiedad se convierte en tu peor enemigo. En esta nota, testimonios de madres reales sobre su noveno mes de gestación.

Las últimas cuatro semanas

Las emociones se encuentran a flor de piel: felicidad y tristeza, una combinación que revoluciona tu estado de ánimo. Te sientes hinchada y fea, por más que todos te aseguren que eres la madre más bella. Sigue leyendo y descubre cómo vivieron estas mujeres su último mes de embarazo.

Lucía, 27 años, madre de los mellizos Benjamín y Lucía. “Mi último mes de embarazo fue muy tranquilo. No comía tanto porque ¡no tenía espacio! Eran los bebés o la comida. Sí tuve fue mucha retención de líquido, mis pies estaban hinchados ¡como los de la princesa Fiona! Tenía un globo enorme más que una panza, me costaba mucho caminar, incorporarme y sentarme. El consejo que les daría a otras madres es que intenten mantener la calma, comer sano (¡y permitirse antojos!). Conservarse tranquilas porque todo lo que una siente se lo transmite al bebé. Me encantó estar embarazada, es muy lindo saber que dentro tuyo hay vida (en mi caso, ¡dos vidas!), gestándose.”

Constanza, 28 años, madre de Felipe. “Siento que las mujeres mienten cuando afirman que estar embarazada es lo más lindo del mundo. Para mí, ¡fue un gran sufrimiento! Tuve que hacer mucho reposo durante los primeros meses. El último mes no fue mejor que los primeros. Sufría de insomnio y eso me tenía de muy mal humor. Las várices en mis piernas parecían gusanos que suplicaban salir. Las puntadas en la parte inferior del vientre aumentaban día a día, ¡Felipe ya había encontrado un lugarcito para su cabeza! Eso sí, no veía la hora de tenerlo en mis brazos. Por eso, a otras madres que se encuentran en su último mes, les recomiendo que inventen programas, como ver películas, leer un libro o cocinar, pues eso ayuda a distraerse y calmar la ansiedad.”

Marcela, 34 años, madre de Francisca y Joaquín. “En mi caso, que ya tenía a Joaco de dos años, se hizo un poco difícil. Me tocaba la panza todo el tiempo, estaba intratable y malcriado. Y yo, durante la última etapa de mi embarazo ¡sufría de acidez! Era una sensación incómoda y permanente. Me sentía muy cansada y me agitaba con tan solo ir desde mi habitación a la cocina. También sentí mucha nostalgia. Sabía que esa conexión fuerte que sentía con mi hija, tenerla en mi vientre, llegaría a su fin. Una se pone más sensible, creo que por eso florece cualquier tipo de sentimiento. El último mes los controles son semanales, se vuelve clave seguir de cerca la vitalidad del bebé. Mi consejo para las madres es que no dejen de hacer el curso pre-parto, realmente aprendes mucho.”

Micaela, 23 años, madre de Félix y Clara. “Mi panza era tan grande que no podía atarme los cordones de las zapatillas. No exagero cuando digo esto, ¡lo tenía que hacer mi marido! Mi madre llevaba a Clara, que tenía cuatro años, a la plaza para facilitarme un poco las cosas. No podía estar fuera de casa muchas horas, pues las ganas de orinar eran muy frecuentes. Tenía mucho dolor de espalda y mis tobillos estaban muy hinchados, casi ¡irreconocibles! Las contracciones también son normales en este último tramo, y yo las tenía bastante. El bolso del bebé ya estaba listo desde el octavo mes, pero al mismo tiempo sentía mucho temor de que naciera antes de lo previsto. Por alguna razón, te da mucha seguridad tenerlo dentro, sabes que no le va a pasar nada malo estando ahí. Mi humilde consejo para las mujeres que viven su último mes de embarazo es que si sufren de retención de líquido como yo, ¡levanten las piernas en la cama un poco todos los días!”

Y tú, ¿te preparas para vivir la odisea del último mes?