¿Hay muchos mitos alrededor de la lactancia?

Algunas cuestiones de la vida son tan incomprensibles para nosotros, los seres humanos, que necesitamos instaurar mitos que nos ayuden a asimilarlas mejor. Nacer, amar, morir y también, amamantar son algunos de los temas adornados de diferentes creencias.

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Esto, muchas veces termina por complicar un acto que debería fluir naturalmente, como por ejemplo darle el pecho a un bebé. Por eso, las puericultoras de FUNDALAM (Fundación Lactancia y Maternidad) nos explican los sí y los no más importantes para evitar confusiones.

Los falsos

  1. Si mi madre no pudo amamantar, yo tampoco podré hacerlo: las malas experiencias no se "heredan". Si una mujer no fue amamantada cuando era bebé, sus pechos producirán la misma cantidad y calidad de leche que aquella que fue alimentada con leche materna.

  2. Si el bebé no gana peso es porque la leche de la mamá es mala: existen estudios que demuestran que todas las madres, aún las desnutridas, pueden producir leche suficiente en cantidad y calidad para satisfacer las necesidades de crecimiento del bebé.

  3. Si prueba mamadera no querrá el pecho: no es lo mismo tomar el pecho que succionar una mamadera. Si no quiere prenderse, sólo es cuestión de tenerle paciencia y darle tiempo, para que pueda acomodarse en una posición correcta y así, volver a mamar.

  4. Cuando el bebé pide el pecho seguido es porque mi producción de leche es mala: no es así. La gente de FUNDALAM aclara que puede deberse a que no lo dejan el tiempo suficiente en cada mama o que el pequeño no mamó activamente. Por otro lado, vale la pena destacar que cuanto más succiona mejor será la producción. Pero hay que tener en cuenta que la leche materna se digiere muy rápidamente: a los 35 minutos de finalizada la mamada, y es por esto que en ocasiones puede querer alimentarse de nuevo.

  5. Hay que poner horarios para que el pequeño se ordene: los recién nacidos deben ser amamantados a libre demanda. Es decir, cuando manifiesten apetito, y no cuando el reloj marque las tres, las seis, o las nueve. Lo mejor es darle el pecho muy seguido, aproximadamente no menos de 10 mamadas diarias.

  6. No se puede amamantar estando embarazada: se dice que puede haber riesgo de aborto debido a la cantidad de oxitocina que se genera, lo que producen contracciones. Pero no existen contraindicaciones de los médicos. Sí, es necesario destacar que en caso de contracciones fuera de las normales hay que consultar inmediatamente con el especialista.

  7. Amamantarlos durante mucho tiempo los vuelve dependientes: el niño que recibe lo que necesita no se malcría. Si está tomando el pecho, obtiene el más completo de todos los alimentos, así como apego y protección. Esto lo ayudará a desarrollarse como una personita más segura e independiente, que crecerá normalmente.

  8. Las mujeres de pechos pequeños tienen menos leche: toda madre puede alimentar a su bebé, independientemente del tamaño de sus mamas. Los pechos pequeños no implican poca producción de leche, y viceversa: los voluminosos no son garantía de mucha.

  9. Consumir malta genera más leche: una mujer que da el pecho necesita recibir una alimentación bien completa y equilibrada, así como tomar una generosa cantidad de líquidos, preferentemente agua. Es importante no abusar del consumo de leche de vaca, porque sus componentes pasan a través de la leche materna y puede traer trastornos digestivos al pequeño.

  10. Si tengo una cesárea es más difícil que quiera tomar el pecho: si la mamá intenta darle de mamar ni bien finaliza el parto y si desea realmente que su niño se alimente con su leche, con seguridad podrá hacerlo.

Los verdaderos

  1. Amamantar reduce el riesgo de cáncer de mama: las glándulas mamarias logran su madurez celular cuando las mujeres damos el pecho. También previene la osteoporosis post menopausia y el cáncer de ovario.

  2. Si el bebé toma leche materna no necesita tomar agua: la leche de la mamá tiene la cantidad necesaria de agua que requiere el lactante durante los primeros meses de vida. Por eso es que durante el verano necesitan tomar más.

  3. El calostro es beneficioso también para el pezón de la mamá: los médicos aconsejan que al terminar de amamantar la mamá pase una gota de leche por la areola para hidratarlo. Asimismo, la propia leche es bactericida. Si la piel de la zona está muy lastimada también se puede aplicar crema de caléndula, que no es tóxica para el bebé.

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