Los exámenes médicos que debes realizarte anualmente

No son muy agradables, es cierto. Pero qué bueno cuando nos dejan tranquilas una vez que todos los resultados dan bien. Y si hay algo por qué preocuparse, seguramente estaremos haciendo lo mejor para salir adelante.

Los exámenes médicos previenen muchas enfermedades, incluso, muertes. Por eso te contamos cuáles son los principales que debes hacerte cada año para mantenerte saludable.

  1. Colposcopía y Papanicolau: son fundamentales una vez comenzada la vida sexual o luego de los 20 años. El ginecólogo debe tomar una muestra del cuello del útero y enviarla a analizar para detectar cualquier anomalía (como cáncer de útero). En el momento que realiza este examen, además puede detectar otro tipo de males como los de transmisión sexual.

  2. Ecografía mamaria y mamografía: son muy conocidos por la gran cantidad de campañas que se realizan en todo el mundo contra el cáncer de mama. Lo cierto es que estos estudios también sirven para detectar otros problemas como quistes o nódulos mamarios, entre otros. El primero, se toma con un ecógrafo y sirve para saber si hay algún tipo de malformación benigna o maligna, o si se trata de un nódulo sólido o líquido. El segundo, se realiza para ver en profundidad la glándula mamaria por medio de los Rayos X.

  3. Ecografía pélvica: también la receta el ginecólogo y por lo general acompaña el Papanicolau, ya que puede dar datos más minuciosos del útero y los ovarios. Es el mismo estudio que el médico obstetra prescribe durante las primeras semanas de embarazo para saber cómo está el embrión.

  4. Hemograma: sirve para conocer el estado en que se encuentra nuestra sangre. Gracias a este estudio se puede analizar el número de glóbulos blancos y rojos, la proporción y si hay variaciones de los elementos sanguíneos. La suele recetar un médico clínico o un especialista ginecólogo.

  5. VIH y hepatitis B: es para quienes tienen una vida sexual activa; especialmente si no tienen una pareja formal. Se realizan por medio de una extracción de sangre y sirven para saber si tenemos esos virus en el cuerpo. Estos pueden contagiarse a través de los fluidos corporales o de la sangre. En el caso de la hepatitis, existe una vacuna para prevenirla. Debes preguntarle a tu médico de cabecera.

  6. Análisis de orina: es un procedimiento simple (se deposita la orina en un recipiente estéril) pero que contiene mucha información, como por ejemplo el pH, las proteínas, la glucosa, las cetonas, la sangre, los pigmentos biliares, el urobilinógeno y los nitritos.

  7. Electrocardiograma: se usa para saber cómo está el corazón. Es decir, descubrir alteraciones metabólicas, predisposición a la muerte súbita y la duración del ciclo cardíaco. Este examen no implica ninguna molestia y es esencial para prevenir una de las principales causas de muerte.

  8. Densitometría ósea: por lo general, se lo recomiendan a las mujeres que están pasando por la menopausia o después de su última menstruación, que es cuando los huesos comienzan a descalcificarse más rápido. Justamente porque sirve para saber la densidad mineral ósea; es decir, detecta la osteoporosis.

  9. Examen dental: en realidad, los dentistas lo recomiendan dos veces por año (cada 6 meses). Aunque parezca un tema menor, es fundamental tener una boca sana. Muchas infecciones profundas provienen de la dentadura y producen dolores muy fuertes en casos extremos. Por otra parte, si mantenemos una constancia, cualquier problema será más fácil de solucionar en el momento y de manera menos invasiva.

  10. Placa torácica: se utiliza para saber cómo se encuentra el corazón, los vasos sanguíneos, los huesos de la columna, los pulmones, las vías respiratorias y el tórax. Se hace a través de los Rayos X y es importante avisar al médico previamente en caso de estar embarazada.

  11. Examen visual: es recomendado a toda edad y, especialmente, cerca de los 40 años. Porque la pérdida de visión es gradual. A esa mediana edad, padecemos el riesgo de tener glaucoma (enfermedad que daña el nervio óptico). Muchas veces esta se produce debido a la presión intraocular.

  12. Colesterol: se suele recetar en la misma orden que el hemograma. Saber si tenemos elevado el colesterol malo (una sustancia que tapa las arterias agregando grasa a la sangre) también es una manera de prevenir las enfermedades cardiovasculares y la trombosis, entre otras.

Estos son los estudios más regulares que debe hacer una persona supuestamente sana cada año. Más allá de estos, luego el médico dispondrá si es necesario realizar algún otro examen específico, ya que cada persona es diferente y puede tener distintos problemas.

Tienes 12 meses por delante para hacerte estos 12 estudios, así que no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.

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