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Cuando el pañal se convierte en un problema

Nunca están de más unos consejos para lidiar con los problemas de quitarle a tu hijo el pañal. / iStockphoto
Nunca están de más unos consejos para lidiar con los problemas de quitarle a tu hijo el pañal. / iStockphoto

Por: Oviedo Silvia

Eliminar el pañal en los niños es un momento muy deseado y temido a la vez por los padres: implica madurez y autonomía personal del hijo (sin olvidarnos de los aspectos económicos e higiénicos) y temido porque en muchos casos la transición no es tan rápida y cómoda como los padres hubieran deseado. A menudo, los niños siguen mojando la cama cuando están dormidos; esto es algo normal, pues son muchas horas y los pequeños aún no son capaces de retener toda la cantidad de orina que genera el cuerpo.

Además, hay situaciones especiales como fiestas, el nacimiento de un hermanito o el primer día de escuela; es decir, en aquellas situaciones que implican estrés a los niños, que pueden jugar en contra del proceso.

¿Cuándo debes preocuparte?

En general entre los dos y los tres años es el momento de control de esfínteres (normalmente la caca la controlan antes que el pis). Cuando los niños comienzan la escuela es conveniente que ya controlen el pis. Ese factor hace que la mayoría de los padres aprovechen el verano anterior a su incorporación al colegio para trabajar el control de esfínteres de una manera más intensa.

Es común que algunos niños sigan mojando la cama a los cuatro y cinco años. A partir de los cuatro años conviene hablar con el pediatra que esté tratando al niño y consultarle, él te aconsejará cómo abordar el tema. Hay niños que a los cinco años aún no controlan el pis nocturno y es normal, pero a partir de los seis años conviene volver hablar con el pediatra y que haga un estudio al niño o te derive al especialista (en muchos casos psicólogo) para que te de pautas e indicaciones para resolver el problema, que puede deberse a factores fisiológicos o psicológicos.

Durante todo el proceso de retirada del pañal, los padres deben mantener una actitud serena, responsabilizando al niño pero no culpabilizándolo. Además, hay que darles unas pautas y llevarlos al baño cada cierto tiempo (a menudo se concentran tanto en algo que se olvidan); no podemos pretender que el proceso consista en "te quito el pañal y ahora ya tú solo te las apañas".

Cuando no manche el pañal o pida ir al baño las primeras veces, conviene darle un refuerzo positivo (premio) que no tiene por qué ser un objeto, sino algo que le guste mucho: llevarle de paseo al parque, jugar con él a su juego preferido, llevarle a ver a algún amigo, etc.
No es bueno ocultar el tema ni hacer publicidad del mismo, es decir, los padres no deben avergonzarse ni avergonzar a los peques; a partir de una determinada edad puede ser un problema pero ocultarlo o decirlo a todo el mundo para que el niño se avergüence no es precisamente la solución. La clave aquí es la paciencia, el esfuerzo conjunto y la constancia (¿Te acuerdas cuando empezó a comer con cuchara? Tampoco fue de un día para otro).

Un último consejo: un niño debe dejar de realizar una actividad (acampada, fiesta de pijama, etc) por culpa de este tema. En esos casos los padres deben hablar con el adulto responsable de la organización, comentárselo y si es necesario, que esa noche utilice un pañal y una camiseta larga para que los otros niños no lo perciban (recordemos lo crueles que pueden llegar a ser). De esta manera, el peque podrá disfrutar la actividad. Muchas veces, este tipo de actividades hacen sentir al niño "mayor e independiente" y son el detonante para que abandone definitivamente el pañal.

¿Estás quitándole el pañal a tu peque? ¿Cómo está siendo la experiencia?
Si ya has superado esta fase, ¿cómo lo conseguiste? ¿Algún truco que compartir?

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