Fermentar alimentos: una buena forma de descubrir y preservar sabores

Quizás hayas visto en los supermercados, y en algunas tiendas gourmet, productos con alimentos fermentados. Y aunque su proceso de elaboración podría parecer un misterio mayor que el del Triángulo de las Bermudas, la verdad es que es muy fácil preparar este tipo de comida. Ya estás impaciente en saber cómo, ¿cierto? Entonces sigue leyendo.

 

Tú puedes crear tus propios sabores. Foto: Thinkstock
Tú puedes crear tus propios sabores. Foto: Thinkstock

La fermentación es una de las maneras más sencillas de preparar alimentos y, a la vez, una forma muy práctica de preservarlos. De hecho, antes de que existieran los refrigeradores, una de las soluciones más efectivas para alargar la vida de algunos productos era usar esta técnica, tal como describió el chef Tom Hunt, en el periódico británico The Guardian.

Ah, pero si creías que este método solo sirve para mantener en buen estado los alimentos, estás muy equivocada, ya que también puede añadirle un agradable y peculiar sabor a la comida. "Con el tiempo, cada ingrediente fermentado se vuelve más intenso por la sal", mencionó Hunt, agregando que también es una buena manera de combinar diferentes sabores y de descubrir otros nuevos. Así que si tienes paladar de “explorador”, aprender esta técnica podría convenirte.

Una receta para hacer en casa

Si eres nueva en el tema de fermentar alimentos, podrías empezar preparando Chucrut, que además de ser delicioso, es muy fácil de hacer. Para esto, solo sigue la siguiente receta compartida por Sandor Katz, autor del libro The Art of Fermentation, tal como la describió en una entrevista con portal de la Radio Publica Nacional y organizadora de medios NPR.

1. Primero, toma un repollo y las verduras que más te gusten, y córtalas en trocitos.

2. Después, echa las verduras picadas en un tazón grande y ponles sal a gusto.

3. El paso siguiente es quitarles el exceso de agua. Para esto, Katz explica que él las aprieta por unos minutos para liberar sus jugos.

4. A continuación, coloca las verduras y los jugos que les has sacado, en un frasco.

5. Al introducirlas en este recipiente, debes asegurarte de presionar muy bien las verduras para que queden bien sumergidas en sus jugos y para que se salgan todas las burbujas de aire.

6. Por último, simplemente sella el frasco.

7. Después de unos 3 o 5 días podrás disfrutar de tu creación.

Conforme pase el tiempo, notarás que el sabor se transforma volviéndose cada vez más ácido, por lo que es recomendable probar tus "fermentados" por intervalos de tiempo. Así, cuando ya no quieras que tu preparación se acide más, podrás llevarlos al refrigerador para desacelerar el proceso, tal como aconseja Katz.

¿Verdad que no es tan difícil volverte toda una “fermentadora” de primer nivel? Intenta hacer esta receta y después nos platicas qué tal te fue con la experiencia. ¡Buen provecho!