Yahoo Estilo Cómo conservar el ajo: tips para almacenar las sobras
Texto: Dana Pascal
A la hora de cocinar, muchas veces quedan ingredientes sin usar que almacenas para reutilizar luego. Sin embargo, no todo se guarda en un plato en el refrigerador y ya. Los dientes de ajo pierden rápidamente sus buenas cualidades y pueden apestar tu cocina con su fuerte olor si no los conservas bien. ¡Sigue leyendo para saber cómo guardarlos!
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Ajo sin pelar
Ya sea el ajo que compras en la tienda o uno que cultivas en tu propio jardín, si lo almacenas correctamente durará más tiempo. Los dientes aún unidos en una cabeza se pueden mantener hasta ocho semanas. Una vez separados, durarán entre tres y 10 días, señala el sitio web de Martha Stewart. Lee algunos de sus “sí” y sus “no” para conservarlos correctamente cuando no están pelados.
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Sí: mantenlos en un recipiente abierto, para dejarlos respirar.
Sí: ponlos en un lugar fresco y oscuro, como la despensa. Recuerda alejarlos de otros alimentos, para que no los contamine con su olor.
No: los guardes en el refrigerador, porque el exceso de frío hará brotar los dientes.
No: los guardes en bolsas de plástico, ya que la humedad los pudrirá.
Ajo pelado o ya picado
Muchas veces, pelas más ajo del que finalmente usas y luego no sabes qué hacer con él. ¡Incluso, puede que hasta los hayas picado! Si intentas conservar estas sobras como si aún tuvieran la cáscara, solo lograrás que se echen a perder y que tu casa se llene de olor.
La editora ejecutiva del sitio The Kitchn, autora de libros de cocina, Faith Durand, revela lo que hace en estos casos: “Personalmente, suelo poner el ajo pelado en una pequeña bolsa de plástico o recipiente cubierto en el refrigerador. De esta manera, no se me ha apestado la casa”.
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Otros consejos útiles
Si el ajo empieza a brotar un poco, aún puedes usarlo, pero deberás cortar el brote verde, ya que tiene un sabor muy amargo, indica la revista gastronómica Bon Appétit. Descubre otros datos de este aliado de la cocina, para aprovecharlo mejor:
El ajo crece bajo tierra y libera la mayor parte de su sabor cuando se aplasta, pica o presiona.
Los mejores, a la hora de comprar o cosechar, son los que tienen dientes carnosos y cáscara seca.
Para abrir una cabeza de ajo rápidamente, envuélvela en un paño de cocina y luego golpéala con una sartén pesada. Los dientes se separarán con facilidad, sin desparramarse por todos lados.
Para quitar la cáscara de un diente, colócalo sobre la tabla de cortar y aplástalo con la parte plana de un cuchillo de chef con fuerza. Así, la cáscara de desprenderá fácilmente.
