Tu testosterona sugeriría qué tipo de padre serás

Texto: Martín Cagliani

La testosterona suele asociarse al hombre bien “macho”, eso no es novedad. Pero, al parecer, también influiría en el tipo de padre que podemos ser. Entérate qué tiene para decir esta hormona de la masculinidad.

 

¿Ser un buen padre estará en nuestra biología? Foto: Thinkstock
¿Ser un buen padre estará en nuestra biología? Foto: Thinkstock

¿Poca testosterona? ¿Testículos pequeños? Al parecer, estos rasgos predecirían que serás un buen padre, mientras que si tus niveles de la hormona son altos, y tus testículos grandes, no desempeñarías un buen papel en la crianza de tus hijos, de acuerdo con un controvertido estudio publicado en 2013, en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences.

En las sociedades modernas occidentales, dicen los autores del estudio, la participación del padre en la crianza se asocia a una menor mortalidad infantil, mejoras sociales y psicológicas, e incluso educacionales en los niños.

Pero, a veces, los padres abandonan a sus hijos. Esto llevó a los autores del estudio a preguntarse por qué, y si estaba relacionado con los niveles de testosterona y el tamaño de los testículos, que es donde suele producirse esta hormona.

“Los hombres con testículos más pequeños, y con niveles de testosterona más bajos, estaban más involucrados en el cuidado diario de los niños”, declaró James Rilling, uno de los autores del estudio y profesor de la Universidad Emory, en el sitio Healthline.

Testosterona poco paternal

Cuando un hombre se casa, sus niveles de testosterona bajan, y el descenso se acentúa cuando tiene un hijo, según otro estudio presentado en el congreso anual 2014, de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés).

A medida que el hombre se transforma en padre, más baja su testosterona y declina la frecuencia del sexo con su pareja”, enfatizó Lee Gettler, antropólogo y director del estudio, en el periódico británico The Guardian. “Si la testosterona está baja –siguió Gettler–, los hombres podrían estar más enfocados en las necesidades familiares, y no en meterse en conflictos con otros hombres o en buscar posibles parejas”.

Los investigadores confirmaron que un patrón bajo de la hormona masculina se asociaría a un aumento en la interacción entre padres e hijos.

“Los padres también parecerían tener esta habilidad incorporada de responder a las demandas de la paternidad, al igual que las madres”, concluyó Gettler.

No te angusties si no cumples con estos “requisitos del buen padre”. Más allá del tamaño de los testículos y de los niveles hormonales, los investigadores aclararon que otros factores sociales y culturales entran en juego a la hora de asumir el compromiso con la crianza. Aparte, para tu tranquilidad, el nivel de testosterona volvería a la normalidad después de un año del nacimiento del niño.