Debemos revalorizar el beso

“Dulce Helena, hazme inmortal con un beso.”
Christopher Marlowe

En algún momento, cuando las parejas se separan toma relevancia un acto que por habitual no tiene toda la prensa que debería. Al elegir rumbos distintos, los “ex” optan por no volver a acercar sus labios, mucho menos apretarlos unos contra los otros, sentir la proximidad, su tibieza, el sabor excepcional de un beso. Este será el último recuerdo de la unión que no será, el hito final de la relación. Por ello nunca debe despreciarse un beso.

El Beso de Gustav Klimt
El Beso de Gustav Klimt

 

El arte no podía estar fuera de un acontecimiento tan significativo para la humanidad como es el beso. El Österreichische Galerie Belvedere desde 2007, es un importante museo de arte situado en el Palacio Belvedere en Viena, Austria. Una de las más famosas pinturas que se puede encontrar en él es, sin duda, la obra “El beso” de Gustav Klimt, que ha sido adquirida por el magnate de los cosméticos Ronald S. Lauder por 135 millones de dólares.

El beso de August Rodin
El beso de August Rodin

Por otra parte “El beso” es una escultura del artista francés Auguste Rodin (1840-1917) le da otro magnitud al momento íntimo de una pareja. Rodin produjo tres esculturas de mármol de gran tamaño de El Beso. La primera, encargada por el gobierno francés se encuentra en el Museo Rodin de París. La segunda, delegada por el Sr. Warren se halla participando de la colección de la Galería Tate de Londres. Una tercera copia fue comisionada por el coleccionista Carl Jacobsen, y se encuentra en Copenhague.

Es posible que los hombres y las mujeres juzguemos de distinto modo la importancia del beso desde el concepto hasta la particularidad de cada uno de ellos. De hecho, he leído últimamente que las mujeres lo jerarquizan más que nosotros, le otorgan mayor significación. Porque un beso es un signo que lleva consigo un mensaje implícito. Los besos hablan, transmiten. Ningún beso dentro de una pareja es totalmente neutral, inocente. No estamos acostumbrados a develar la comunicación que llevan en su intimidad. No importa su categoría, sea este seco, húmedo, “piquito”, profundo, fugaz, extenso, intencionado o espontáneo; todos y cada uno son recados que las mujeres, en mi entender, saben decodificar con mayor eficacia.

Los científicos dicen que un beso aumenta el nivel de oxitocina, la llamada “molécula del amor”. Los estudios indican que la saliva de los hombres contiene testosterona, por lo que al besar podría provocar el apetito sexual de las mujeres. Como el poema de José Saramago: “…Acabamos sabiendo que las flores, se alimentan en la fértil humedad. Esa es la verdad de la saliva.” Si supiéramos esto, es posible que le asignáramos mayor importancia al momento del beso. Por otro lado hay datos que concluyen que se queman, a lo largo de tres minutos, unas quince calorías. O sea que cada media hora podríamos estar quemando placenteras 150 calorías, el valor de 3 manzanas. Nada mal para aquellas que cuidan su peso.

¿Qué signfica un beso para ti?
¿Qué signfica un beso para ti?

Distingamos 4 estilos de beso:

Beso didáctico. Si bien el beso que expresa amor sensual y deseo es único al ser humano, todos tenemos que aprender en algún u otro momento esta delicada maniobra. Hollywood incluye un catalogo muy extenso para iniciar a cualquiera en este rito. Al igual que muchos aprendieron a fumar observando con atención a Humphrey Bogart también muchos descubrieron cómo besar viendo a los eternos Clark Gable o Rita Hayworth. Y la lista puede crecer hasta el infinito. Y más allá.

Beso apasionado. Este es un beso impaciente, sediento, resultado de una absoluta pérdida de control, en el que pasado y futuro dejan de tener relevancia. Se trata del beso que conlleva en él toda la fuerza de la naturaleza que, con el poderío de una tormenta, arrasa con lo que se le ponga enfrente.

Beso travieso. Este es juguetón, un poquito escandaloso e impulsivo. Se trata de un beso espontáneo, de coyuntura, sin un largo preámbulo, ni narrativa que lo explique. Es un beso “de arrebato” y es puro antojo. Un beso que por lo pronto es algo sabroso e irresistible. Se trata de una especie de beso chatarra, delicioso pero nada nutritivo.

Beso romántico. Este es un beso con narrativa, cuenta una historia, forma parte de un cuento y puede llegar a leyenda. Por lo general, marca el principio o fin de algo y suele ser el primer beso de muchos más o el último que se podrá dar una pareja. El el beso en sí y el contexto inmediato es lo que importa, es fundamentalmente una historia que rodea el encuentro que hace de este gesto uno romántico.

Si bien un beso puede ser la antesala de momentos más íntimos, tomarlo simplemente como un paso previo sería una verdadera injusticia. Aprender de las mujeres que siempre están dispuestas a disfrutar todo el recorrido que tiene guardado para nosotros un beso, paladear el recorrido sin esa avidez característica masculina por alcanzar inmediatamente el objetivo y llegar con prontitud al final. Es la clave.

De ese modo quizás el último beso, jamás lo sea.

Twitter: @Sebas4nier