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¿Cuán frecuente debe ser la actividad sexual?

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Diana Resnicoff es licenciada en psicología, sexóloga clínica y secretaria científica de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (S.A.S.H.).

La frecuencia sexual es una preocupación entre las parejas cuando se dan cuenta que, después de un período de relación, la cantidad de sexo que mantienen ya no es igual que antes.

No existe una cantidad específica de relaciones sexuales a sostenerse en determinado momento para que la pareja funcione adecuadamente. La frecuencia sexual no debe ajustarse a las estadísticas sino a las necesidades de la pareja. Algunas sostienen relaciones sexuales con mucha regularidad y llevan una vida matrimonial atroz; otras son felices en sus matrimonios y sostienen relaciones una vez al mes. Ambos se sienten cómodos con la frecuencia sexual en el matrimonio.

Lo "normal" con respecto a la frecuencia de los encuentros sexuales no existe; cada pareja establece sus propios patrones con respecto a la frecuencia de sus encuentros sexuales, y mientras ello no genere conflictos íntimos entre sus miembros, no hay por qué preocuparse.

Cuando surgen conflictos de frecuencia (una de las dos personas desea tener relaciones más o menos frecuentemente que la otra), la relación de pareja sí puede verse adversamente afectada. En estos casos es muy importante trabajar la comunicación sexual abierta y honesta, evaluando los motivos por los cuales el deseo cambió, las alternativas de satisfacción que uno y otro tienen y fomentar la intimidad emocional de la pareja, independientemente del aspecto sexual.

En lugar de quejarse por la poca frecuencia, podemos hacer cosas para que las gana y el deseo resurjan. Van acá algunas sugerencias:

-Vístete de forma atractiva con colores y estilos que te sienten bien y te hagan sentir deseable. La forma de vestir dice mucho de nosotros.

-Manténte en forma. Puedes practicar alguna actividad física con tu pareja o con un amigo o amiga.

-Escribe e-mails, cartas o mensajitos sexuales, expresando tus deseos y fantasías sexuales. Esto suele resultar tan excitante para el que las lee como para el que las escribe. Si te resulta difícil utiliza novelas y poemas eróticos para inspirarte.

-Piensa en sexo. Ve películas eróticas. Lee novelas eróticas. Haz una lista de las cosas que te excitan. La imaginación es el más potente de los afrodisíacos sexuales.

-Cultiva los rituales románticos enviando flores o algún regalito, siendo afectuoso tanto física como verbalmente. Los rituales románticos son formas simples pero poderosas de volver a conectarse con sentimientos como la atracción y la pasión.

Si la dificultad persiste, lo recomendable es buscar una terapia sexual, ya que si la situación se cronifica es más difícil encontrar la solución.


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