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Cómo manejar las típicas situaciones embarazosas

Cómo manejar las típicas situaciones embarazosas

¿Te ha pasado de encontrarte con alguien que te incomodaba en plena sala de espera del médico? Pues, de seguro, no eres la única. Las situaciones embarazosas cotidianas son difíciles de superar y, si bien no puedes volver el tiempo atrás, puedes darle un giro al mal momento.

Los momentos embarazosos pueden manejarse. Foto: Thinkstock.
Los momentos embarazosos pueden manejarse. Foto: Thinkstock.

Según apunta un artículo de la revista Psychology Today, de acuerdo con un estudio del profesor de psicología Joshua Clegg, de la Universidad John Jay de Nueva York, la base del pudor incontrolable que se genera ante estas situaciones respondería a la necesidad de muchas personas de pertenecer a un grupo social.

Lo cierto es que, más allá de las razones, en un momento embarazoso tienes varias formas de salir airosa. Por ejemplo: te encuentras con alguien en la calle, te saluda y ¡no recuerdas su nombre! Para este inconveniente, Sirio Maccioni, dueño del restaurante neoyorquino Le Cirque, sugiere en la revista Real Simple: “He descubierto que lo mejor es simplemente sonreír y dejar que ellos hablen”. ¿Un tip más? “Nunca le preguntes quién es. Eventualmente, podrías deducirlo a partir de la charla”, aconseja.

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Más casos… y soluciones

Para superar estas cuestiones, te presentamos algunos tips.

  • Silencio incómodo. ¿Qué hacer cuando no sabes qué decir en medio de una conversación? Chris MacLeod, terapeuta, sugiere en su blog Succeed Socially que si, por ejemplo, dices algo y la otra persona parece no tener una respuesta, puedes cambiar el foco con alguna frase como “supongo que no has pensado en eso. De todos modos, ¿has escuchado que…?’’, y te diriges directamente hacia otro tema.

  • Encuentro inesperado. Quizás no te parezca embarazoso encontrarte a tu jefe fuera de la oficina. Pero, ¿y si de golpe llegara al salón de belleza donde te estás tiñendo el cabello? De seguro querrías salir de allí, sobre todo si para asistir a tu turno te retiraste antes del trabajo.

Pon en práctica este consejo que aporta Susan Fitter Sloane, fundadora de la consultoría de etiqueta internacional Global Matters, en Real Simple: “Como regla general, la persona que hace el acercamiento es la que tiene el poder, porque marca el tono de la interacción”, explica. En cuanto a haberte retirado unos minutos antes de la oficina, la abogada Laurie Puhn sugiere dar una breve explicación que le dé a entender que lo respetas: “Dile, por ejemplo, que este era el único turno que te permitía luego llegar a tiempo a preparar la cena para tu familia”.

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  • Pasar el momento. Si tienes niños y alguna vez discutiste con un padre de la escuela, de seguro te identificarás con esta situación: ingresas en la sala de espera del pediatra y ¡allí está! Pues, aunque no lo creas, es menos grave de lo que parece. La coach ejecutiva Debra Benton, especialista en liderazgo, aconseja en la revista antes mencionada: “Saluda amablemente y presenta a los niños si es necesario. Haz un comentario relacionado con el contexto (por ejemplo, sobre la larga espera), y luego dirígete a tu asiento. No te sientas en el compromiso de seguir la conversación”.

¿Te identificas con alguna de estas situaciones? ¿Cómo las resolviste?

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