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Trampolines para el jardín, ¿un peligro para los niños?

Texto: Mariana Israel

Parecen el entretenimiento perfecto para los niños, pero los trampolines de jardín pueden ser terriblemente peligrosos. Si tus hijos te ruegan que les compres uno, ¡considera primero algunos contras!

 



Caídas fatales

La Academia Americana de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés), no aconseja a los padres tener un trampolín en casa. En una declaración publicada en 2012 en la revista científica Pediatrics, afirma que implementar medidas de precaución no alcanza para mitigar los altos riesgos de usar estos “juegos”.

¿De qué peligros estamos hablando? De caídas graves, esencialmente. Tal como recopila el portal Healthfinder.gov, del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EEUU, los niños se lesionan cuando:

-    Saltan y caen mal
-    Intentan hacer piruetas y vueltas en el aire
-    Se golpean con otras personas
-    Caen fuera del trampolín o encima de los resortes

“Caer mal puede resultar en torceduras, esguinces, fracturas y otras lesiones, incluyendo daños potencialmente graves en la cabeza y en el cuello”, advierte la Clínica Mayo. De acuerdo con el informe publicado en Pediatrics, las tasas de lesiones vinculadas con trampolines en el año 2009 en EEUU fue de 70 por 100.000 niños menores de 4 años, y 160 por 100.000 en la franja de los 5 a los 14 años. Quienes corren mayor riesgo, según la institución, son los menores de 6 años.

En caso de comprarlo…

Si no logras resistir la presión de tus hijos y compras el trampolín, ten en cuenta las siguientes medidas de precaución que proponen la Clínica Mayo y la AAP.

•    Coloca redes de seguridad y almohadillas. Encierra el trampolín en una red especialmente diseñada para este fin, y recubre sus resortes y ganchos con almohadillas que absorban el impacto en caso de que un niño cayera encima de ellos. Revisa regularmente el equipo y repara cualquier desperfecto.

•    Pon el trampolín cerca del suelo. Si puedes ubicarlo en un pozo, mejor, de modo que la superficie para saltar quede a nivel del suelo. Asegúrate de que esté en un área despejada y libre de ramas y árboles.

•    Establece reglas de uso. Para empezar, diles a tus hijos que pueden saltar de a uno y siempre bajo la supervisión de un adulto. Según la AAP, la mayoría de las lesiones ocurren cuando varias personas usan el trampolín a la vez.

•    No a las escaleras. Podrían alentar a tus hijos más pequeños a subirse al trampolín sin autorización.

•    Prohíbe las piruetas y las vueltas en el aire. Las peores lesiones de la columna cervical suceden cuando los niños se caen del artefacto o intentan algún movimiento riesgoso, según la AAP.

•    Revisa tu póliza de seguro. Podría cambiar al incluir un trampolín en tu casa. De acuerdo con la AAP, tanto estos como las piscinas son consideradas potenciales causantes de situaciones peligrosas, con lo cual la cuota que abonas podría variar.

Recuerda consultar con tu pediatra ante cualquier duda.