Soya para tus hijos, ¿sí o no?

Texto: Mariana Israel

Soya por todos lados: en leches, en yogures, en quesos, en salchichas, en hamburguesas… Abunda este alimento en las góndolas del supermercado y varios productos están orientados directamente a los niños.



Pero, ¿es la soya una opción segura para tus hijos? Tal vez hayas escuchado hablar de cierto “efecto hormonal” o de los cultivos genéticamente modificados. Aclaramos algunas las dudas, para que entiendas el debate en torno a este alimento tan popular.

Los pros

•    Un alimento milenario. Tal como resalta Vandana Sheth, vocera de la Academia de Nutrición y Dietética de EEUU, en la revista Parents, esta fuente vegetal de proteínas ha sido consumida en Asia desde hace más de 1.000 años.

•    Beneficios nutricionales. Es una gran fuente de proteína, reducida en grasas saturadas, libre de colesterol y rica en grasas insaturadas (saludables), de acuerdo con información en el sitio de la ONG One Green Planet.

•    Dos o tres porciones por día. Sheth añade que la investigación actual indica que puede ser seguro que los niños consuman dos o tres porciones diarias de soya, en el marco de una dieta balanceada y variada.

•    Los efectos sobre las hormonas son débiles. “A pesar de algunos mitos urbanos y leyendas en torno a la soya, particularmente sobre sus fitoestrógenos, esta no aumenta los niveles de estrógeno en las personas, ni feminiza a los hombres”, aclara la dietista registrada Sharon Palmer en Parents.

El Dr. Walter C. Willett, miembro de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, admite en el sitio de la institución que la leche de soya y otros productos derivados contienen moléculas que interactúan con los receptores de estrógeno en el cuerpo, pero que los efectos son muy débiles y que hasta podrían tener ciertas ventajas (¡sigue leyendo!). Aparte, Willett resalta que la leche de vaca “también contiene hormonas que podrían ser potencialmente dañinas”.

•    Podría ayudar a prevenir el cáncer de mama y de próstata. Willett indica que se cree que los productos de soya –por los efectos hormonales mencionados–, podrían ayudar a reducir el riesgo de cáncer de mama e incluso de próstata, aunque no hay evidencia concluyente al respecto. 

•    Contra la constipación y el colesterol. De acuerdo con la Asociación de Alimentos de Soya de América del Norte, algunos estudios científicos en niños y adolescentes han demostrado que este alimento puede ayudar a mitigar la constipación y a reducir los niveles altos de colesterol.


La controversia

Si tiene tantos beneficios, ¿por qué hay grupos que critican fervientemente a la soya?

•    Carencias nutricionales. “La proteína de la soya no es beneficiosa como primer alimento de un bebé, por la misma razón por la cual la leche de fórmula de soya no es buena para los recién nacidos. Es una fuente pobre en calcio, hierro y zinc”, advierte Nina Planck, autora de los libros Real Food y The Farmer's Market Cookbook, en el periódico The New York Times.

Reyna Franco, nutricionista, afirma en la revista Parents que le preocupa que, la deficiencia de calcio pueda afectar a un niño que come productos de soya. “La mayoría de los niños obtienen el calcio de los lácteos. Por eso, al reemplazarles la leche vacuna por leche de soya, yo recomiendo una fortificada con calcio”, agrega.

•    Alergias. Tal como señala el portal Live Strong, algunos niños pueden ser alérgicos a los productos derivados de la soya. A su vez, subraya que muchos otros niños son intolerantes a la lactosa y podrían verse beneficiados por esta alternativa.

•    Soya sí, pero orgánica. Franco recomienda elegir productos de soya etiquetados como “No-OGM”, es decir, que no hayan sido genéticamente modificados. También aconseja minimizar el consumo de alimentos procesados que contengan soya.

La moderación, el perfecto equilibrio

“Abusar de la soya podría provocar que el niño careciera de otros alimentos y nutrientes clave. Aunque no haya un límite específico definido para su consumo, es fundamental asegurarse de que forme parte de una dieta variada”, concluye Sheth.

Por su parte, Willett añade que, ante la duda, la mejor política es la moderación. “Pienso que limitar a los niños a beber uno o dos vasos de leche de soya por día tiene sentido”, declara.

Recuerda que antes de hacer cambios en la alimentación de tu familia, debes consultar a un especialista de la salud.

En tu hogar, ¿comen productos de soya? ¿Cómo los incluyen en el menú diario?