Atención, niños estresados

Texto: Sebastián Zírpolo

¿Qué pasa cuando un niño vive en el seno de una familia con altos niveles de estrés? Nada bueno. Un estudio sueco publicado en febrero de este año, en la edición en línea de la revista científica The Journal of Immunology, advierte que el estrés familiar puede afectar el sistema inmunológico de los pequeños.



La investigación demuestra que los niños que viven en un entorno estresante presentan un alto nivel de cortisol. Esta “hormona del estrés” afecta negativamente al sistema inmune, es decir, provoca que el cuerpo sea menos resistente al embate de las enfermedades, tal como se explica en el portal de noticias de salud Medical News Today.

El comportamiento, señal de alarma

El estrés no siempre es un problema, afirma la Dra. Novella J. Ruffin, especialista en desarrollo infantil y profesora de la Universidad Estatal de Virginia, en un artículo publicado en el sitio de dicha institución educativa. Ruffin amplía que el estrés puede ser una forma de aptarse a una nueva situación, pero que se convierte en un problema cuando la tensión normal de la vida cotidiana se vuelve abrumadora.

Cuando un niño está bajo tensión “se produce un aumento en la frecuencia cardíaca, la respiración se acelera y los músculos se tensan”, describe la experta.

¿Cómo identificar si uno de nuestros hijos está estresado? Aunque Ruffin admite que reconocer los síntomas de la ansiedad en los niños no es tarea fácil, explica que la primera señal de alarma son los cambios de comportamiento. Si se aísla de los demás niños y está irritable, apático, perezoso o agresivo, puede estar bajo los efectos del estrés.

¿Cómo resguardar a los niños del estrés?

Ruffin recomienda:

•    Promueve un ambiente positivo. Ayuda a los niños a ver y a comprender sus cualidades y virtudes.
•    Dales un buen ejemplo. Los niños son imitadores por naturaleza y pueden aprender a lidiar con el estrés de la misma manera que los adultos.
•    Ayúdales a través de relatos. ¿Cómo podemos hablar con los niños acerca de sus miedos y problemas? Los cuentos son una gran opción. Algunas historias son terapéuticas; contribuyen a que los niños se sientan mejor, y los ayuda a hacerle frente a sus miedos y problemas.
•    Enséñales trucos para calmarse. Puedes explicarles cómo respirar profundamente o visualizar un lugar tranquilo y seguro, para tranquilizarse cuando se sientan muy nerviosos.
•    Cuídate tú primero. Los niños con frecuencia perciben (y absorben) el estrés de los padres.
•    Dedícale tiempo al juego. Los libros, las actividades artísticas y los títeres permiten a los niños canalizar sus sentimientos.
•    Dales mucho amor. Abrázalos mil veces, diles palabras tranquilizadoras y refuerza las rutinas familiares que les otorgan seguridad.