¿Quieres ser sexy? Consejos para lograrlo

¿Se puede aprender a ser más sexy? ¿Es posible volvernos sensuales si nos lo proponemos?

Nadie dijo que haya que ser linda para lograrlo. La belleza y la sensualidad no van necesariamente de la mano.

Por la calle vemos infinidad de muñecas insulsas que no provocan nada. Pero, ¿cuántas atractivas conoces que no son demasiado agraciadas?

Gran parte de las mujeres no se siente sexy, al menos en la mayor parte del día. Primero, porque sería insoportable estar todo el tiempo pendientes de serlo… ¡Qué agotador!... Segundo, porque hasta el momento seguramente no nos lo hemos propuesto.

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Si bien hay que reconocer que hay mujeres (como Marilyn Monroe o Greta Garbo), quienes desbordan sensualidad por los poros. Los psicólogos aseguran que es posible aprenderlo; porque ser sexy o sensual es una cuestión de actitud.

Como premisa aseguran que es fundamental quererse un poco. Como dirían por mi barrio: ‘creérsela’.

Antes que nada tenemos que pensar que la palabra sensualidad está relacionada con las sensaciones. Alguien sensual es alguien que nos despierta todos los sentidos, y eso hace que los veamos atractivos o deseables; lo asociamos al placer. Por eso, hay que pensar en todo lo que tenemos, que podría provocar ese placer en los demás.

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La vista es uno de los factores que influyen bastante cuando consideramos sexy a una persona, pero la cáscara vacía de nada sirve. Hay que lograr un equilibrio de varios elementos. Por eso, en esta nota te damos algunos consejos que pueden ayudarte si quieres aprender.

Cuestión de actitud

Valorarnos: no es necesario comprarse ropa ni hacer una dieta para estar apetecibles, sino explorarnos, observar nuestras cualidades y destacarlas. Eso que mostraremos será lo que nos haga sentir más seguras, no solo a nivel físico sino también nuestra parte intelectual (la inteligencia también resulta atractiva) y emocional. Piensa en aquello que quieres proyectar de ti.

- Vernos bien: para sentirnos seguras, es vital saber que podemos gustar. “No te quejes si no te encargas de estar deseable”, diría mi psicólogo. Un buen escote, unos ojos misteriosos, unas piernas torneadas, una cintura sinuosa (depende de tus cualidades), pueden ser el foco de atención. Pero también hay complementos que lo potencian, como vestir en color rojo (está comprobado que atrae las miradas), unos tacos que estilizan, unas manos bien arregladas y cualquier tipo de ropa que no muestre sino que insinúe. Si es demasiado ajustada no es sensual, tiene que ser suelta pero con buena caída.

- El aroma: el sentido del olfato también tiene que estar presente en el momento de la seducción. Oler bien o dejar una estela de perfume al pasar (tampoco hay que excederse) suma puntos cuando queremos resultar atractivas. Por otra parte, es una forma de que nos identifiquen de una manera agradable.

- La suavidad: los hombres se sienten muy atraídos por la suavidad de la piel del sexo opuesto. Sería ideal cuidarla a diario con cremas y lociones que la mejoren, la hidraten y le brinden un aspecto terso.

- El gusto: un rico beso con buen aliento no se olvida jamás.

- Sonríe: hay estudios que aseguran que las personas sonrientes son mucho más seductoras que aquellas que nunca lo hacen.

- Clases de baile: una técnica interesante y saludable para mejorar la postura y darnos seguridad en los movimientos es la danza. Unas cuantas clases pueden favorecer mucho la fluidez de tu andar.

- Usar el espejo de manera inteligente: tu reflejo puede ser un arma de doble filo, ya que si tu estado de ánimo es positivo pondrás el foco en tus puntos fuertes. Pero cuando estamos con el humor por el suelo solemos destacar nuestros defectos y esto resta punto a la hora de sentirnos seguras. Trata de manejar tú al espejo y que él no se apodere de ti. Concéntrate en tus mejores cualidades para así mostrarlas al mundo. Si no puedes, es preferible ni mirarse.

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Fuentes: http://www.proyectopv.org; http://www.emujer.com y http://www.lindisima.com