Procrastinar podría hablar de tu estado de ánimo

Dejar para mañana lo que puedes hacer hoy, podría ser mucho más que pereza. Postergar actividades, deberes y deseos podría estar vinculado con tu estado de ánimo. Descubre más al respecto.

Postergar no nos permitiría disfrutar. Foto: Thinkstock
Postergar no nos permitiría disfrutar. Foto: Thinkstock

Procrastinar como hábito

- Situación común 1. Estás por enviar ese correo electrónico para terminar de cerrar un acuerdo, y de repente te sientes con mucho sueño. ¿Tu solución? Recostarte a dormir antes de redactar el mensaje.

- Situación común 2. Debes terminar ese proyecto cuanto antes, pero alguien ha publicado un video que parece muy interesante en su muro de Facebook. Piensas: “¿Por qué no mirar y después terminar el proyecto?”.

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Si alguna de estas situaciones te resulta familiar, quizás estés habituada a procrastinar. El problema es que, detrás de esta conducta, los expertos sugieren que podría existir otro conflicto más profundorelacionado con tu estado de ánimo.

Sentirse bien ¡ya!

Al parecer, quienes procrastinan buscarían una recompensa inmediata para su estado de ánimo decaído, señala en el periódico The Wall Street Journal el profesor Timothy Pychyl, de la Universidad de Carleton. Suelen ceder ante un impulso que, creen, los hará sentir bien instantáneamente, en vez de concretar las actividades que, aunque aburridas o difíciles, los ayudarían a sentirse mejor a largo plazo.

Según Pychyl, una buena técnica para ayudar a quienes procrastinan podría consistir en pedirles que se imaginaran cómo se sentirían luego de hacer lo que se supone que deben hacer, y cómo se lamentarían si no lo hicieran.

Otro investigador del tema es el psicólogo Terry Estrin. Señala en su sitio web que frecuentemente nota entre sus pacientes “la relación entre procrastinación y estado de ánimo”, y que “cuanto más evitamos hacer las tareas que necesitan hacerse, peor nos sentimos: aún aquellas que en apariencia son irrelevantes –como devolver una llamada telefónica, pagar una cuenta u ordenar–, pueden empeorar tu estado de ánimo; mientras que cumplir con esas cosas inmediatamente, en general, nos haría sentir bien con nosotros mismos”.

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Plan y acción: dos cosas distintas

A la hora de actuar, las tareas que más nos cuestan suelen ser aquellas con las cuales no sabemos cómo proceder, señala Pychyl en un artículo en la revista Psychology Today. Una forma de lidiar con esto, de acuerdo con el especialista, sería:

- Llevar adelante la tarea que se posterga, pero, además, reducir la incertidumbre acerca de cómo proceder.

- Eliminar las distracciones. Cierra lo que no uses e intenta aislarte.

- Cuando estés por postergar una tarea, quédate quieta un rato frente a ella, no te vayas inmediatamente.

- Sé consciente de las emociones negativas que te genera esa situación.

Y tú, ¿cómo haces para dejar de procrastinar?

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