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Ellos lo dejaron todo para encontrar la felicidad

De financista a paseador de perros. Foto: facebook.com/wholetthedogsoutoslo

Si mañana, al despertar, pudieras tener la vida que quisieras, ¿cuál sería? Esta, precisamente, fue la pregunta que se hicieron estas tres personas, que le dieron un giro rotundo a sus vidas aparentemente exitosas, para adoptar otra fórmula del éxito: la de la felicidad.

Bartender en una playa del Caribe

“A veces, recuerdo la pregunta que solían hacerme en las entrevistas laborales: ‘¿En dónde te ves en cinco años?’. Esa me pareció siempre una idea deprimente, el hecho de saber de antemano qué harás dentro de cinco años”, confesó Noelle Hancock, periodista y escritora, en un artículo para la revista Cosmopolitan.

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Sin pensarlo demasiado, a los 31 años y sin un plan organizado, Noelle dejó su trabajo como periodista en Nueva York, y su sueldo de 95 mil dólares anuales, para embarcarse rumbo a St. John, una isla del Caribe. “Es irónico sentirse solo en una isla de cuatro millones de personas ‒destacó Hancock en referencia a Nueva York‒. Pero me parecía que me pasaba la vida mirando pantallas: la de la laptop, el móvil y el iPad. Diablos, si hasta los taxis y elevadores tenían televisores. Me sentía estresada, poco inspirada, y desconectada”.

Hoy, su situación es completamente distinta: trabaja como bartender y ve a sus amigos todos los días. En sus días libres, escala las ruinas locales, bucea o pasea en bote con ellos. Duerme en un monoambiente con vista al mar, sin tener idea de qué hará al día siguiente. Todo eso, confiesa, la colma de felicidad.

En una frase, resumió: “Si estás constantemente pensando que necesitas vacaciones, quizás lo que realmente necesites sea una nueva vida”.

De Nueva York, al Caribe. Foto: facebook.com/noellehancock
De Nueva York, al Caribe. Foto: facebook.com/noellehancock

Trabajaba en finanzas, hoy pasea perros

Matt Hein trabajó en finanzas en Londres, Inglaterra, durante cinco años. Sin embargo, no era feliz, según describió en un documental del director noruego, Fredrik Harper. ¿Por qué? Porque sentía que estaba desperdiciando su vida. Por eso, un día se preguntó: “Si el dinero no fuera un problema, ¿qué elegirías hacer en la vida?”. Y entonces, recordó su amor por el aire libre y los perros.

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Partió a los Alpes franceses, donde vivió dos años, y luego conoció a una chica y la siguió hasta Oslo, Noruega, en cuyos bosques hoy pasea perros. “No fueron todas alegrías, pero no cambiaría nada de lo que hice desde entonces hasta ahora, porque fue exactamente lo que quería hacer”, destacó Hein.

De financista a paseador de perros. Foto: facebook.com/wholetthedogsoutoslo
De financista a paseador de perros. Foto: facebook.com/wholetthedogsoutoslo

Mira este documental corto sobre su vida, aquí:

La abogada bloguera

Jodi Ettenberg entró en la oficina de uno de sus clientes habituales, con el cansancio a cuestas de una noche de insomnio, para darle la noticia de que renunciaba a su trabajo. Cuando el cliente intentó persuadirla de que considerara otra oferta mejor, ella le dijo: “No creo que puedas igualar esta oferta. Renuncio a mi trabajo para ir a recorrer el mundo durante un año”, señaló Jodi en su blog.

Ya se cumplieron siete años de esa valiente decisión de lanzarse al viaje de su vida, acompañada de una amiga, también abogada, que luego de un año de travesías regresó a trabajar en su estudio legal. Pero Jodi no volvió –excepto por una enfermedad al comienzo, que la obligó a regresar a Nueva York para recuperarse. Hizo de escribir sus aventuras de viaje y sus impresiones gastronómicas, una forma de vida que, además, le da ingresos por publicidad y patrocinio de algunas empresas.

De abogada a bloguera gastronómica. Foto: twitter.com/legalnomads
De abogada a bloguera gastronómica. Foto: twitter.com/legalnomads

Y tú, ¿le darías un giro a tu vida?