Los Oscar y el polvo bajo la alfombra roja

Patricia Arquette recibe el Oscar a la mejor actriz de reparto por “Boyhood”
Patricia Arquette recibe el Oscar a la mejor actriz de reparto por “Boyhood”

En Hollywood no todo son imágenes. Ni siquiera en la entrega de los premios Oscar. La actriz acaparó la atención de la influyente platea no sólo por el premio recibido por su excelente rol en Boyhood (que por otro lado habría merecido alguna estatuilla más) sino por hablar de la desigualdad de género que reina en su industria, la del cine, a la hora de repartir los millones que genera.

“Es hora de que todas las mujeres en EE UU y todos los hombres que aman a las mujeres, los gays, los negros por los que hemos luchado, luchen ahora por nosotras”, dijo en un claro llamado de atención. Y ellas, todas, la aplaudieron de pie.

Fue una pena que Neil Patrick Harris, Barney en la serie “How I met your mother”, bromeara entonces sobre el sueldo de Meryl Streep, figura incuestionable si las hay, tanto de ese como del otro lado del escenario. Por suerte nadie se rió. Ni siquieraSandra Bullock, que aunque es la actriz mejor pagada, cobra 21 millones de dólares menos que Robert Downey Jr, el actor más cotizado de Hollywood.

Entiendo a quienes critican a Arquette por hacer su denuncia rodeada de millonarios y tras haber cobrado un sueldo muy superior al que reciben maestras, abogadas y médicas en todo el mundo. Pero reivindico su llamado de atención tan particular porque en algún sentido también alerta sobre lo que pasa en el resto del mercado laboral. Si existe esta diferencia en un rubro con tanta exposición, un ámbito que siempre tiene micrófonos a tiro para denunciar, imaginen cuánto peor es la situación de aquellas mujeres que realizan trabajos anónimos...

Por esto y mucho más, ¡gracias Hollywood! Porque el show se ocupó de todos. Se habló del narcisismo de las estrellas (Birdman), del racismo (“Selma”), del Alzhéimer (“Siempre Alice”). De las mujeres, la inmigración ilegal y los mexicanos. Y de los gays, Graham Moore autor de The Imitation Game contó que intentó suicidarse a los 16 por su condición de homosexual.

Es cierto que no basta con ser políticamente correctos, y “dar voz” a cada uno de los damnificados, pero mucho peor sería barrer el polvo debajo de la alfombra roja. ¿O lo están haciendo?

¿Te parece bien que los Oscar sean un ámbito para hablar de la discriminación?