Piel Morena según pasan los años

Thalía, la estrella mexicana con una carrera de más de 20 años,

supo mantener un estilo a lo largo de las décadas, aunque, por supuesto, siempre se adaptó

a la perfección a los dictados de la moda.

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En los ochenta, recién comenzaba su carrera con el grupo musical juvenil Timbiriche y fiel

a la tendencia de la época se vestía con minifaldas, sacos muy entallados y lucía su pelo

batido y esponjoso. Gracias a su delgadez genética, este estilo le sentaba de

maravillas.

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En los noventa, quizás una de las décadas de más cambios, se animó a las calzas y las

camisas entalladas, pero ya hacia el final del siglo sorprendió mostrando su cintura y

abdominales. De esta manera, la mexicana que ya era famosa en gran parte de América Latina

debido a sus novelas y ahora también a su música, se convertía en una verdadera sex symbol

que hipnotizaba con su imagen (y no sólo con su voz).

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En 1995 el éxito le sonreía y las cámaras de televisión y fotográficas la amaban.

Pantalones ajustados y calzas que combinaba con corpiños llamativos que dejaban ver su

cintura de avispa y algunas camisas, muchas veces anudadas, llenaron su guardarropa. Los

estampados coloridos eran los protagonistas indiscutidos de estas prendas. En cuanto al

make up, Thalía se inclinó hacia los labios rojos y los ojos siempre maquillados, que

acompañaba con una melena voluminosa.

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Y llegó el nuevo milenio y con él la boda de la mexicana con Tommy Mottola, ocasión

para la que eligió un vestido diseñado por Mitzy, uno de sus diseñadores favoritos. La

creación tenía 16 metros de cola y estaba realizado en tul, seda y raso bordado con

perlas, piedras e hilo de plata. Algo exagerado y recargado para una novia, aunque no

llamaba la atención teniendo en cuenta que se trataba de Thalía.

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En 2003 Thalía sacó su propia marca de ropa, "Thalía Sodi", en la que no faltaron los

vestidos cortos y ajustados, pero -¡por suerte!- muchas cosas habían cambiado ya en su

outfit casual: abandonó los colores brillantes y estridentes y los cambió por jeans y

tonos nude. También descubrió allí a los grandes diseñadores que comenzaron a vestirla.

Así, en 2004 asistió a la gala de Roberto Cavalli, con un vestido de su colección,

volviendo a mostrar a una Thalía sensual, pero ahora con mucho glamour. En tanto, en el

Fashion Show de Victoria´s Secret de ese año lució "Little black dress" que combinó con

una cabellera ondulada, pero mucho más prolija y sensual que antes. Más tarde se mostró

con una creación dorada del venezolano Ángel Sánchez para la entrega de los Grammy.

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Más allá de sus cambios y de sus idas y venidas con los colores estridentes y

estampados llamativos, Thalía siempre se sintió muy segura de su cuerpo y nunca tuvo

problemas en mostrarlo, creando así un estilo propio que supo marcar tendencia durante

mucho tiempo entre las jóvenes latinas.