Aprende a combinar los colores
Para vestirte sin fallas, te contamos las reglas básicas para lucir dos tonos diferentes y no caer en el ridículo. Toma lápiz y papel y aplica estos consejos a cada uno de tus outfits.
Empecemos por dividir el guardarropa en dos: por un lado, las prendas de colores cálidos (es decir los que se encuentran entre el amarillo y el rojo) y por el otro, los fríos (verdes, azules, morados, etc.).
Ahora bien, ¿cómo los combinamos? Cada color tiene su complementario. A saber: el magenta y el verde, el cian y el naranja, y el amarillo y el violeta. Pero la mejor manera de saber cuál es el complementario de cada uno es ver el que se encuentra enfrentado en la rueda cromática. Así de fácil.
De todos modos, no sólo los complementarios son combinables. También puedes armar un look usando dos prendas de colores análogos, es decir, parecidos. Para eso debes mirar la misma rueda, pero en lugar de elegir el que está enfrentado, debes escoger alguno de los que se encuentran a su lado.
Si combinas colores complementarios, lograrás looks más atrevidos, alegres y contrastantes. Si, en cambio, eliges los análogos, tendrás un outfit elegante y, sobre todo, armonioso.
Sin embargo, hay otras cosas que debes fijarte además de que los tonos combinen bien entre sí. También deben sentarle bien a tu piel. Si tu color se encuentra entre los fríos, entonces esa gama será la que mejor te siente. Si en cambio eres de piel cálida, los naranjas y tonalidades similares irán de maravillas contigo.
Por supuesto, si no te animas o si quieres utilizar un tercer color sin arriesgarte demasiado, siempre puedes optar por los neutros como el blanco y el negro que, además, te servirán de base para resaltar el otro tono que escojas.
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