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#CuestiónDeAmor en las #CDMA: Entre dos chicas

Qué difícil y fascinante es decidir. A veces, tener opciones parece ser más un castigo que algo beneficioso. Es tener que poner a trabajar la mente, hacerla analizar, dudar y hasta sufrir. El mundo está hecho de las resoluciones que han tomado los individuos a lo largo de su historia, desde los que autorizaron un ataque aéreo sobre un poblado hasta quien se termina casando con una persona en lugar de otra.

¿Con quién se debe quedar Miguel?
¿Con quién se debe quedar Miguel?



Miguel es un lector de México que está pasando por algo parecido.

Como él mismo narra, todo empezó con un rompimiento: “Hace poco más de dos meses terminé mi relación amorosa, ya no venía funcionando; con cualquier cosa, por mínima que fuese, discutíamos. Las últimas tres semanas probablemente nos vimos cinco días máximo. Realmente faltaba algo o algo se perdió”.

Fue así que Miguel tomó la decisión de terminar su noviazgo. “Esa vez no sentí querer [sic] intentarlo más y con todo el dolor, sufrimiento o el adjetivo que sea, nos separamos”. Y como suele pasar en estos casos, pronto llegó un ser amigable que lo ayudó a superar el momento:

“Ese fin de semana después de haber terminado mi relación aparece una mujer con la que había salido e intentado algo un año atrás, pero por cosas que sucedieron no pasó. Convivimos en una fiesta, platicamos, nos reímos y, al final, nos besamos”.

La vida siempre encuentra una forma de ponernos a prueba y en la historia de Miguel, una vez que empezó a salir con la nueva chica (habiéndole aclarado antes su situación y ella anunciado que pronto dejaría la ciudad), recibió una llamada que, según escribe, “sacudió todo dentro de mí”.

Era su ex, quien después de una conversación cariñosa y nostálgica le preguntó: “¿No tengo otra oportunidad?”.

La confusión de Miguel tiene por qué ser mayúscula. Está atrapado entre dos mundos: uno nuevo y fascinante que le ofrece su reciente conquista pero que, al mismo tiempo, está sentenciada por una fecha de caducidad, debido a que ella, tarde o temprano, se mudará de localidad; y por otro, su expareja, que es una figura de seguridad, confianza y mal que bien, de cierta estabilidad emocional. Él mismo confiesa, “Desde ese día, otra vez tengo la inquietud, por mi mente pasan muchas cosas a la vez y realmente no sé qué hacer, tanto con la nueva mujer como con mi ex”.

Hay un dato que compartió el lector y que omití —a propósito— hasta este punto y que es definitorio para desenmarañar el conflicto. Miguel tiene 24 años. Los hombres a esa edad aún estamos determinando quiénes somos. Sí, incluso después de graduaciones, trabajos bien remunerado y esos primeros acercamientos con la independencia, seguimos experimentando.

Las niñas pueden llegar a ser muy competitivas. En el momento en el que ambas sepan que están en disputa por él, harán lo que sea para conseguirlo; lo seducirán, lo mimarán y sobre todas las cosas, lo confundirán más. Esta situación parece divertida pero es muy peligrosa y podría quedarse completamente solo.

Mi consejo para él es que tiene que tomar una decisión. Entre su ex y la nueva chica, debe escoger a alguien más: a sí mismo.

Por lo tanto, no creo que sea conveniente que vuelva con su novia. Lo que no funcionó, no va a funcionar. Es necesario que se desprenda de ella, poco a poco, sin darle alas, ni hacerla creer que tiene una oportunidad. Por otro lado, ¿por qué no divertirse con la segunda chica? Ella se va a mudar en algún momento y ambos pueden pasársela bien antes de que suceda. Mientras tanto, Miguel tiene enfocarse a él, conocerse más y trazar un camino, porque estoy seguro de que en el mismo conocerá alguien con quien compartirlo.

¿Qué harías?

@AnjoNava 

Escribe tu pregunta a anjo.nava@yahoo.com

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