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#CuestiónDeAmor: Cuidado con convertirse en un tapete tras un rompimiento

¿Alguna vez te ha buscado tu ex pareja para pedirte un favor? / Foto: Thinkstock
¿Alguna vez te ha buscado tu ex pareja para pedirte un favor? / Foto: Thinkstock

¿Qué tan diferentes somos los unos de los otros? Quizá a simple vista parecemos abismalmente distintos —como la criatura que se sienta en el cubículo de al lado en mi oficina, no concibo a un ser más disímil a mi persona—; pero en el fondo, nuestro comportamiento nos hace más parecidos de lo que nos gustaría admitir. Recordaba esto mientras leía hace un rato el correo que envió Israel contando su caso. Son apenas un par de líneas, pero en ellas está retratada una realidad por la que estoy casi seguro hemos pasado todos.

Israel escribió pidiendo un consejo: “….para olvidar a una mujer que me hizo daño todo este último año. Me siento molesto por ser usado y no reconocido, ya no salía con ella y ella solo me pedía favores que yo hacía”. Eso es todo. No había detalle alguno en sus palabras ni lugar de procedencia. Pero, ¿era necesario? ¿Acaso no hemos estado todos en esa posición?

Al terminar una relación, hombres y mujeres quedamos en un estado de absoluta vulnerabilidad. Tanto la duración del idilio, como si uno fue el cortado o el cortante, influyen drásticamente en la intensidad de la misma; mientras más tiempo haya transcurrido y lo comprometido y dedicado que se estuvo en ella acentúan la fragilidad con la que uno se desenvuelve tras el rompimiento. Por lo mismo, se pierde por completo el sentido común, así como el juicio moral de las cosas, por lo que no sabemos cómo comportarnos ni evaluar la sensatez de nuestros actos.

Aun cuando no terminaron bien, siempre hay un dejo de cariño que hace que todo se vea nublado y confuso. Como lo que vivió Israel, si llega una ex implorando para que él le haga un favor, a su desmoralizado espíritu no le queda de otra más que cumplir la petición. No importa que la dignidad esté en juego o que al hacerlo empodere a la otra persona, el poco criterio que queda tiene las manos llenas tratando de sanar las heridas que todavía están abiertas y no se da cuenta de que está por abrir nuevas.

Israel, a nombre de todas y todos los que hemos sido —y seremos— presa de malas parejas, que han utilizado con alevosía y ventaja el deseo que seguimos sintiendo por ellas, te pido que de forma contundente e inmediata no vuelvas a contestar el teléfono cuando te hable tu ex. Bórrala de tu vida, incluyendo redes sociales y deshazte de los restos y recuerdos que permanecen de ella en tu casa.

De antemano te advierto que será difícil, igual que el dejar un estupefaciente del que se puede ser adicto. Habrá días duros y otros peores. Te sentirás cada vez peor, porque en tu mente ella lo es todo y vivir con solo su recuerdo no parece suficiente. Te sentirás incompleto y vacío. La vida no tendrá mucho sentido, pero no pierdas la fe. Llegará un día en el que todo parezca algo que viviste en otra vida. Te prometo que pasará si te mantienes fuerte y eres disciplinado.

Así que, Israel, no lo hagas por ti, hazlo por todos los que hemos estado en tu lugar. Y, aunque haya seres humanos inmundos, también hay otros que ya pasamos por donde estás, porque la verdad es que no somos tan diferentes los unos de los otros.

¿Qué te parece?

@AnjoNava

Si quieres compartir tu caso escribe a: anjo.nava@yahoo.com

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