#CuestiónDeAmor: Las distancias del amor

Hay un cierto espacio natural que promueve el que las relaciones florezcan como si crecieran en un invernadero. Cuando uno permite —y fomenta— los lapsos diarios en los que no ve a su pareja, se crea una ligera nostalgia en la que se hace más notoria la ausencia y da como resultado empezarla echarla de menos. Aquellos noviazgos o matrimonios en los que ambos conviven día y noche, trabajan o, simplemente, cohabitan juntos, los roces y el hartazgo tiende a acumularse.

El amor no es un acto de fe, sino de fuerza de voluntad
El amor no es un acto de fe, sino de fuerza de voluntad

Sin embargo, estirar demasiado esta característica puede hacer que reviente en un futuro: “Llevo casada siete años, no tengo hijos, mi esposo y yo vivimos en diferentes ciudades, por mi trabajo”, me escribió Karina, una lectora que se siente atrapada por una brecha física que creó junto con su marido.

Ella relata que ya son cuatro años los que han estado separados, ella viviendo lejos de él y, aun cuando ha intentado que su pareja la alcance, o bien, cambiarse de empleo. El problema es que a él “...no le gusta la ciudad, sobre los hijos parece no tener interés, me es difícil dejarlo, pues nos casamos por la iglesia, y mis convicciones no me lo permiten. Quiero darle una ultima oportunidad”, concluye.

El desarrollo profesional es para el ser humano tan importante como el emocional, y hay veces se sobreponen entre sí y generan toda clase de discrepancias. Karina entabló por un lado un compromiso trascendental con su pareja y, por otro persiguió una oportunidad que la vida le puso enfrente. Aunque difícil, creo que la decisión que tomó fue la correcta, porque si no, años después le hubiera guardado rencor a su marido por elegirlo a él sobre el nuevo trabajo. Ahora se encuentra ante la posibilidad de tener que abandonar definitivamente a alguna.

Existen situaciones, como la de Karina, que parecen surgir por generación espontánea, cuando en realidad, si se profundiza el análisis retrospectivo, se puede descubrir que siempre existieron evidencias sobre su presencia. Los planes de vida deben de ser un tema constante en la relación y se tienen que actualizar con frecuencia. El diálogo y negociación permanente entre ambos debieron haber mandado señales de alerta mucho antes de que apareciera la oferta de trabajo. Lo que la llevó a esa situación fue el ignorarlas esperando a que todo se solucionaría por sí solo.

En las relaciones hay distancias sanas y otras letales. En el caso de Karina, su relación no puede mejorar si ella ni siquiera está ahí físicamente. El amor, a diferencia de lo que mucha gente cree, no es un acto de fe, sino de fuerza de voluntad y, para que florezca, uno debe de trabajarlo.

@AnjoNava

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