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#CDMA: El costo de la infidelidad

En políticas públicas se dice que sólo hay dos formas efectivas de disminuir el crimen: incrementar la probabilidad de ser sorprendido al momento de cometerlo, invirtiendo en más y mejores elementos de la fuerza pública o bien, elevando el castigo. Depende ya de cada gobierno saber a qué variable apostarle, aunque detrás de la teoría todos sabemos que existe una putrefacción en el sistema judicial que invalida cualquiera de estas opciones.

La misma fórmula podría aplicar al terreno de las relaciones amorosas, en las que para muchos el mayor pecado que se puede cometer es un acto de infidelidad.

La empresa especializada en la administración patrimonial, Morgan Stanley, podría pagar 400 millones de dólares por un acto de infidelidad cometido por uno de sus clientes.
La empresa especializada en la administración patrimonial, Morgan Stanley, podría pagar 400 millones de dólares por un acto de infidelidad cometido por uno de sus clientes.

Como salido de un argumento televisivo, la empresa especializada en la administración de riqueza y recursos patrimoniales podría poner en práctica dicha hipótesis y pagar 400 millones de dólares por un acto de infidelidad cometido por uno de sus clientes.

Lynnda Speer, viuda del multimillonario Roy Speer, quien forjó su fortuna con el canal de telecompra Home Shopping Network, está demandando a la corporación multinacional de servicios financieros por haber cobrado comisiones excesivas a su marido durante los últimos años de su vida. El problema no radica allí, sino que su asesor patrimonial Ami Forte, una broker estrella dentro de la compañía sostuvo una relación extramarital con el magnate, que duró alrededor de 12 años.

Aun cuando Forte es miembro del Chariman’s Club, un grupo reservado para los mejores gestores patrimoniales, maneja una cartera valuada en más de 2 mil millones de dólares en activos y fue nombrada por la revista Barron’s como la mejor asesora financiera del 2012 y 2013, se le acusa de haber realizado 12 mil operaciones financieras no autorizadas resultando en 40 millones de dólares de comisiones para Morgan Stanley.

Quienes llevan el caso estiman que la demanda le puede costar unos 100 millones al banco en compensaciones por daños y otros 300 millones de multas.

Si llegara a ocurrir, creo que Morgan Stanley tendría que cambiar su código de conducta, ya que en su actualización de 2015 no está no está contemplado explícitamente que las relaciones románticas entre sus asesores y sus clientes entran en conflicto con las normas del banco.

Pero lo que me resulta más sorprendente es que semejante tiburón, al menos como parece serlo Ami Forte, no haya tomado mejores precauciones sobre su idilio. Esto, siguiendo con la ecuación para reducir un evento no deseado, hubiera hecho mayor el riesgo que el posible criminal está incurriendo, por lo tanto se la pensaría dos veces antes de efectuarla.

La infidelidad puede traer consecuencias realmente devastadoras, si no, pregúntenle a los directivos de Morgan Stanley. El secreto para evitarlo está en incrementar el castigo.

En nuestra realidad cotidiana, en la que no están involucradas esas cifras tan estratosféricas, resultaría muy complicado, y hasta enfermizo, elevar el monitoreo de la relación para atrapar infraganti al adúltero, pero lo que sí se puede hacer es fijar la consecuencia en caso de que ocurra . Si, desde un principio, se establece que una conducta así no será tolerada por ninguna de las partes, el costo de consumarlo estará perfectamente establecido.

En el amor, la impartición de justicia depende de cada uno de nosotros.

@AnjoNava

Escribe tu pregunta a: anjo.nava@yahoo.com

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