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Cómo limpiar alfombras

Hace tiempo que venimos cuidando esa alfombra que estaba nuevecita, pero hoy sucedió algo terrible: una horrenda mancha se aferro a ella. Ya sea porque se nos ha derramado algo o porque algún invitado torpemente la ensució con lo que pisó en la acera de enfrente o tal vez porque los niños jugaron justo con lo que no debían y donde no debían jugar… y ahora la aureola interrumpe la armonía visual. A no desesperar, todo tiene solución.

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Limpieza general

Lo más importante que debemos tener en cuenta para que la alfombra quede otra vez como nueva, es tratar de quitar la mancha en el momento que se produce, ya que luego resultará mucho más difícil de hacer desaparecer (aunque no es imposible).

1- Primero hay que aspirar bien todos los restos de suciedad. Si no cuenta con una aspiradora, intente barrer o sacudir la mancha con una palmeta de mimbre.

2- Si se ha derramado un líquido, lo mejor es colocar inmediatamente sobre la aureola una toalla de papel absorbente.

3- Hacer la siguiente preparación: colocar un poco de agua en un recipiente y agregarle algún detergente suave y espumoso. Se bate bien, se embebe la esponja con la espuma y se frota siempre a favor del pelo.

4- Luego, con una toalla se vuelve a frotar para quitar la humedad de la alfombra.

Manchas persistentes

Son aquellas que se niegan a desaparecer una y otra vez. Pero aún quedan algunos secretos que podemos hacer.

Lodo: en este caso es mejor esperar a que se seque bien la mancha. Luego, mezclar un litro de agua con una cucharada de amoníaco y frotar con una esponjita o trapo. No hay que olvidar enjuagarla bien para quitar el olor fuerte que tiene ese producto.

Café o té: mezclar una mitad de alcohol con una mitad de vinagre, y pasarlo con la esponja sobre la aureola.

Chocolate: probar con algún detergente neutro y luego aclarar con alcohol.

Huevo, leche o caramelo: una medida de alcohol y una de agua. Luego, frotar en sentido circular.

Manchas de tinta: intentar con sumo de limón.

Pegamento: para esto sirve el agua caliente o la acetona, presionando en forma suave con un trapo.

Grasa: colocar sal fina en la mancha y luego, una vez que absorbió, pasar la aspiradora.

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