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Las claves para obtener el mejor café

Un simple café significa mucho más que una infusión oscura, humeante y de aroma intenso. Invitar a alguien a tomar esta antiquísima bebida es sinónimo de una charla, un momento, ganas de buena compañía, ponerse de acuerdo, conectarse… cada encuentro termina siendo un ritual. Por eso, el café se ha vuelto imprescindible y un compañero de ruta para quienes descifran su sabor día a día.

Foto: Thinkstockphotos
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Si queremos realmente disfrutarlo hay que tener en cuenta algunos secretos.

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Cómo elegirlo

El aroma es una de las formas de guiarnos a la hora de optar por un buen grano de café.

Entre los más comerciales existen dos variedades: Arábiga, que es refinado, costoso y de un aroma más complejo. Y Robusta, de un grano más oscuro, amargo, ácido y con el doble de cafeína. Por otra parte es más barato que la otra variedad.

Cuanto más tostado y oscuro se encuentre el café, mejor será su calidad. Es importante observar que todos los granos tengan un tono parejo.

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Desde el momento que se tuesta, el café comienza a perder sus cualidades. Por eso, no es bueno almacenarlo demasiado tiempo en el hogar. Lo mejor es no comprar las cantidades justas, lo que se consume en alrededor de 10 días. Asimismo, si deseas conservar sus propiedades intactas (aroma, gusto y color), hay que mantenerlo en su packaging, dentro de un frasco hermético (para que no se humedezca ni tome otros olores) y en la nevera.

Cuando lo eliges, es importante que observes que el tostado sea natural y no se realice con otros agregados. Si tienes la posibilidad de molerlo tu mismo, es mejor comprarlo en granos, ya que el torrado suele tener aditivos como el azúcar.

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La preparación perfecta

  1. Si es en granos, lo ideal será molerlo en el momento de preparar la infusión. De acuerdo a la cafetera debe ser el grosor de este. Las percoladoras precisan un triturado de tamaño grueso, las de goteo automático, intermedio, y las expresso, necesitan que sea lo más fino posible.

  2. Todo debe estar perfectamente limpio en el proceso de prepar un buen café. Comenzando por el agua, que es el elemento principal para hacer nuestra bebida. Esta no tiene que tener dureza ni cloro (altera su sabor). En caso de no contar con una buena agua corriente, una sugerencia es hacerlo con agua mineral.
    La cafetera, el filtro y la taza, aunque deben estar absolutamente pulcros, hay que evitar lavarlos con detergente.

  3. La temperatura del agua también es clave para no alterar el gusto. Lo ideal es hervirla y luego esperar unos minutos para que se enfríe (hasta 95 o 90 grados).

  4. Si se hará con filtro de papel, hay que humedecerlo antes de colocar el café molido.

  5. Es conveniente hacer la cantidad que se consuma en el momento y beberlo ni bien esté listo, ya que si se recalienta pierde sus propiedades.

  6. Por último, hay que elegir la mejor compañía para que el momento sea perfecto.

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Datos curiosos

¿Sabías que hay indicios de que en Africa ya conocían el café 500 años antes de Cristo? Claro que no era tal como lo conocemos hoy en día. En un comienzo se mezclaba con grasa y luego lo fermentaban para hacer una bebida similar al vino.

Muchos años más tarde, los mercaderes árabes lo llevaron hacia Yemen y recién después del 1500 se hizo famoso por todo medio oriente. Sin embargo, debido a que en los lugares donde se bebía sólo podían entrar los hombres, las mujeres desconocieron su sabor por un largo período. En Europa llegó un siglo más tarde, pero su popularidad fue en ascenso hasta llegar a nuestros días.

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