Halloween para adultos: una fiesta original en un dos por tres

Por Verónica Mezzini

Si este año tienes ganas de organizar una fiesta de Halloween en tu casa, sin sucumbir en el intento, estas ideas prácticas y divertidas podrían inspirarte. La consigna es organizarte, saber bien lo que esperas de tu fiesta, definir una temática divertida e involucrar a tus invitados. ¿Tu mantra para el éxito? Simplificar, simplificar, simplificar. ¡Toma nota!

Organízate. Establece el presupuesto y apunta tus ideas, qué tema, cuántos invitados, qué comida servirás, qué bebidas, qué le pedirás a los invitados. Importantísimo: apóyate en tus amigos y delega. Haz que participen, pídele ideas, asígnale tareas y lo que deberán aportar para la fiesta: bebida, un postre, hielo, etc.

Define el tema. Puede ser una película que te haya aterrado, pero si quieres salir de la consabida noche de terror o de la fiesta retro, siempre puedes pensar en tu serie preferida de TV, en una consigna en particular como la noche kirsch, o tu cantante favorito. ¿Qué tal todo el mundo disfrazado a lo Lady Gaga? ¿O una fiesta donde todos vayan vestidos como superhéroes, o como los personajes de Pan Am o de Mad Men?

Invitaciones originales.
Si bien con un llamado es suficiente, una invitación original siempre pone un toque diferente y no te toma tiempo adicional. Ármate una página en Facebook con mensajes y fotos aterradoras, o con la temática que hayas escogido para el evento, y envíala a tus amigos. Si no, siempre puedes recurrir al clásico evite.com o a un email divertido.

A la hora de los disfraces. Una buena estrategia para garantizar que los invitados se esmeren con sus disfraces es organizar un concursos en los que se premiará, por ejemplo, el más sexy, el peor disfraz, el más original… También puedes indicar, por ejemplo, que todos los solteros asistan con un disfraz de determinado color. ¡No te olvides de aclararlo en la invitación!

La ambientación. Depende mucho del tema que hayas escogido, pero aquí van algunas ideas, más allá de las telarañas y murciélagos de plástico. Sustituye algunas bombillas en tu casa por unas de colores, utiliza hielo seco para generar niebla (las máquinas de hielo seco se pueden rentar y duran toda la noche). Distribuye varitas fluorescentes por todos lados, antorchas en el jardín y lámparas dentro de muebles o detrás de ellos para generar efectos extraños.

El menú. Lo más importante es que no te compliques. Las fiestas de Halloween se prestan para bocaditos, snaks, tablitas de quesos, o empanadas que puedes calentar en el horno y servir en una mesa tipo buffet. ¿La clave? Usar vajilla temática, con detalles como dedos u ojos ficticios en las salsas, por ejemplo, unas varitas fluorescentes en la ponchera o servir los canapés en tablas de Ouija.

La música y la animación. Busca un voluntario aficionado a la música y déjalo a cargo. Recuerda que no tiene que ser necesariamente una sucesión de sonidos aterradores, aunque ciertos recursos como bajar la música y sorprender con un grito desgarrador y a todo volumen puede ser un detalle original. También es importante un buen animador. Recluta al talento de la noche entre tus amigos más extrovertidos y bromistas, y entrégale el micrófono para que haga de las suyas.

Juegos. Además del tradicional concurso de baile o de disfraces, organiza actividades fuera de lo común para mantener el espíritu de la fiesta y a tus invitados entretenidos. Por ejemplo, reparte a cada uno al llegar una nota con una especie de misión para cumplir a lo largo de la noche: "debes conseguir un sostén", "serás el seductor: consigue 3 números telefónicos", "debes lograr que alguien intercambie disfraces contigo". El que no cumple, deberá armar una coreografía del estilo Full Monty frente a todos.

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