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¿Existen los aderezos y condimentos que no engordan?

Hacer un régimen para adelgazar no es agradable porque estamos convencidos de que, además de comer poco, tendremos que ingerir alimentos insulsos, sin gusto. Por eso, la excusa siempre es "mañana empiezo". Sin embargo, sería muy distinto si alguien nos diera la garantía de que podemos disfrutar de unos deliciosos menús sin necesidad de abandonar la línea. ¿Cómo? Optando por los aderezos que sirven para potenciar el gusto de la comida.

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Con este sí, con este no

Lo primero que debemos tratar de reducir es el uso de la sal, ya que esta ayuda a retener líquidos y nos hace sentir más hinchados. De todas formas, existe una variante light que siempre va a ser mejor para este fin. Básicamente, lo aconsejable es leer las etiquetas de los productos que elegimos en el supermercado, para averiguar qué es lo que contienen y cuántas calorías y grasas aportan.

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Mostaza, ketchup y mayonesa: están entre los primeros aderezos del ranking, ya que son los más demandados en la mesa familiar. En el primer caso, no hay de qué preocuparse. La mostaza viene de semillas bajas en colesterol y calorías, pero además tienen el valor agregado de aportar minerales, proteínas y de ser antisépticas y digestivas. Aunque la que se vende procesada de manera industrial cuenta con algunos aditivos, no se convierte en motivo suficiente para no incluirla en nuestra dieta.

Por su parte, el ketchup está hecho a base de salsa de tomate, pero también contiene algo de azúcar y calorías. De todas maneras, sin abusar de él también se puede usar a la hora de agregar sabor. Distinto es el caso de la mayonesa, que aunque está realizada con sumo de limón y huevo, contiene bastante aceite y, por lo tanto, aporta más calorías. Asimismo, existe una versión Light, pero hay que tener en cuenta que dos cucharadas son más que suficientes.

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Zumos: de limón, de naranja o de cualquier otro cítrico, quedan muy bien especialmente en ensaladas de hojas verdes, pollo y pescado. Dos variantes que combinan y son sanas: la naranja se puede mezclar con algo de salsa de soja (poca debido al sodio que contiene) y el limón con el comino y el orégano para darle delicioso sabor al pollo.

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Especias y hierbas: tomillo, orégano, comino, pimentón, romero, laurel, nuez moscada, pimienta, estragón, ciboulette y albahaca, entre otros, reemplazan muy bien la sal y los caldos de sopa en cubo (que son salados y grasosos); además de no suministrar prácticamente nada de calorías.

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Salsas con verduras: es posible hacer aderezos sanos y naturales con sólo mezclar algunos de estos alimentos: tomate, cebolla y pimiento, todos picados y con un poco de aliño. Se suele llamar salsa criolla y es ideal para acompañar carnes rojas y pollo. También se puede tener en cuenta el perejil, la cebolla de verdeo y la zanahoria picados para que un plato se enriquezca.

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Hongos o setas: de aroma y sabor suaves, son muy nutritivos y tienen la particularidad de ser bien versátiles, porque combinan con una gran variedad de platos como carnes, pescados, arroz, legumbres, pastas y verduras. Aunque tienen algo de azúcares, sodio y carbohidratos, poseen mucha agua y no engordan.

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Quesos diet y yogures descremados: no es conveniente abusar de estos aderezos, ni aún en su versión bajas calorías. Pero en su medida justa pueden aportar sabores diferentes y calcio, que es uno de los componentes esenciales para nuestros huesos.

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Chile y ajo: son dos condimentos muy fuertes para quienes gustan de las comidas bien sabrosas y aromáticas. Entre los chiles hay mucha variedad de tamaños y colores. Algunos de ellos son bastante picantes, como el tabasco o el jalapeño. El ajo no tiene nada de grasas saturadas y trae muchos beneficios para el cuerpo (especialmente previene el colesterol y es bueno para la sangre). Si el problema es el olor que queda en la boca, una solución es masticar unas ramitas de perejil.

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Vinagre y acetto balsámico: son opciones, además de brindar sabor, aportan aroma y ayudan a que la carne sea más tierna. Por supuesto que tampoco hay que olvidar a las ensaladas que son sus principales aliadas. Respecto del vinagre, hay distintas clases (de vino, de manzana, de alcohol) y puede aromatizarse con hierbas para darle un toque sofisticado a las comidas.

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Aceite de oliva: los aceites vegetales se pueden usar de forma moderada, pero siempre es mejor que sean crudos. Por otra parte, el aceite de oliva extra virgen ayuda a dar sabor, aroma y a la vez colabora para reducir el colesterol malo y prevenir el envejecimiento.

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Para los postres e infusiones: canela, menta, vainilla, anís o genjibre, pueden reemplazar al azúcar y, si logramos acostumbrarnos, ni siquiera es necesario poner edulcorante.

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