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Cultiva tus propias hierbas aromáticas

¡Aprende a cultivar hierbas aromáticas deliciosas en un espacio reducido para condimentar tus platos de invierno! Son pocos los requerimientos para elaborar tu propia huerta: la tierra indicada, el riego necesario y un poco de sol. De esa manera puedes sembrar albahaca, salvia, romero, menta… en tu balcón, ventana o jardín. Y colocarlas en bonitas macetas que, además, te servirán para decorar tu casa de una manera original.

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Las hierbas aromáticas son no sólo son ideales para dar sabor a comidas como guisos, sopas, salsas, ensaladas y postres. También puedes preparar aceites y vinagres aromatizados (aceite de albahaca, vinagre de tomillo y muchos más). Apuesta por una vida más ecológica, natural y saludable.

Algunas indicaciones

1. ¿Por dónde empezar? Acércate a un vivero y elige las macetas que más te gusten. Desvíate de lo convencional y atrévete a comprar macetas de colores o con formas divertidas que hagan juego con la decoración de tu casa.

2. Las macetas donde se trasplanten las hierbas aromáticas, deben ser de terracota y tener agujeros de drenaje para evitar encharcamientos. Hay que poner en el fondo un capa de gravilla o arena y encima buena tierra abonada. A continuación se procederá al trasplante, riego y emplazamiento en el lugar elegido.

3. Con respecto a las plantas, existen dos alternativas: comprar un plantín de la hierba que desees o bien comprar las semillas y hacerlas germinar en casa. La primera opción es la más sencilla y efectiva.

4. La tierra es esencial para que tu huerta crezca saludable y abundante. Se recomienda comprar tierra ya fertilizada. Luego de plantar cada hierba, hay que definir una exposición solar preferentemente de mañana, de no menos de 4 horas, y regarlas al menos una vez por día.

Las especies ideales

1. La albahaca. Los griegos creían que sólo crecía si la insultaban lo suficiente. Necesita calor, luz solar y un poco de agua (tanto en las hojas como en la tierra), y nada de nubes y lluvias. Siémbrala y consérvala en el interior hasta la primavera. Es ideal para combinarla con el tomate y cualquier comida italiana, salsas al pesto y mozzarella.

2. La menta. Para los romanos, la menta era un estimulante del apetito; hoy en día, es más conocida como digestivo en forma de té. Se cultiva a partir de las raíces de una planta ya consolidada y crece con facilidad en cualquier ambiente. Las hojas estofadas con guisantes son una delicia. Úsala en tés, en helados, con vegetales, con chocolate y para dar sabor al merengue. También es ideal para preparar postres.

3. El tomillo. Existen más de 100 variedades de tomillo. Crece con fuerza en condiciones secas, en lugares soleados y cálidos. El aroma de las hojas es más penetrante en verano. Utilízalo con carne y pescado, en estofados y sopas. Resulta especial para esparcirlo sobre los vegetales antes de asarlos.

4. La salvia. Los griegos y los romanos utilizaban la salvia como estimulante mental. Es fácil cultivarla a partir de semilla en un pequeño recipiente lleno de compost multifunción. Prefiere el terreno seco y cálido. Se utiliza para elaborar queso de salvia y también se bebe en forma de infusión. Ideal para acompañar cerdo, cordero e hígado, y le da un toque interesante a la salsa de manzana.

5. El perejil. Se lo puede sembrar en cualquier época del año. Necesita seis horas de luz solar al día y un terreno rico, húmedo y bien drenado. Es rico en vitamina C y muy eficiente para eliminar el mal aliento. Utilízalo en sopas, estofados y salsas, como decoración en ensaladas y para acompañar el pescado.

6. El romero. Toma una ramita de 10 centímetros de una planta, quítale las hojas de abajo y plántala en una maceta con compost multifunción. Unas semanas después trasplántala a un terreno arenoso, bien drenado y soleado. Para utilizarlo, colocado en cajones para perfumar las sábanas y bajo la cama para alejar las pesadillas. Aprovéchalo para acompañar el cordero, carne de oveja, cerdo y pescado, y para dar sabor a los vegetales asados.

7. El orégano. Es un arbusto muy pintoresco con flores rosadas. Las semillas se siembran durante el otoño en un terreno con buena luz. Las hojas frescas se cosechan entre mayo y septiembre. De aroma picante y ligeramente amargo, condimenta la salsa de tomate en platos de pasta y pizzas. Bebido en infusión mitiga la tos y el dolor de estómago.

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