¿Cómo elegir el mejor champú?

Estamos bombardeados de publicidades que nos prometen el mejor champú para tener el cabello luminoso, sano y sin caspa. Uno para cada tipo de pelo. Con rulos, liso o con ondas, lo cierto es que jamás logramos el efecto que vemos por la televisión y en las tapas de las revistas sobre nuestra cabeza. Aunque sabemos que la tecnología aporta un 50 % de la perfección que se ve (el Photoshop, por ejemplo), también es cierto que cuando vamos a la peluquería nuestro peinado queda mucho mejor hasta que, al salir de allí, se rompe el hechizo. ¿Cómo hacer para conseguir un cabello hermoso en todo momento? Fácil, debemos elegir el champú correcto. Ese simple detalle nos hará ahorrar mucho dinero en peluquería y tratamientos especiales. Si lo que deseas es saber cómo hacerlo, acá te damos algunos consejos.

Foto: Thinkstockphotos
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Cada pelo, un champú

-No hay que elegir con la billetera, porque no siempre el más caro es el mejor ni el más barato, el indicado.

-Lo primero que debemos tener en cuenta es si nuestro cuero cabelludo está sano. Esto no tiene que ver con una característica estética, sino con la misma salud de la piel y del cuerpo. Enfermedades como pediculosis, caspa, psoriasis o foliculitis necesitan de la supervisión de un dermatólogo que recomiende cuál será el tratamiento adecuado.

-Si efectivamente, no tenemos ningún tipo de problemas en el cuero cabelludo, pero el pelo se ve deslucido, pasaremos a descifrar cuál es nuestro tipo de cabello: graso, seco, normal, fino, rizado o liso, entre otros.

-Si bien los especialistas aseguran que es un mito que usar el mismo champú cause acostumbramiento, es ideal alternarlo una o dos veces por semana con otro neutro de pH 5.5, que realice una limpieza a fondo sin ningún tipo de aditivo como fragancias o detergentes.

-Cabello seco: se ve quebradizo y débil, y suele producirse en los cueros cabelludos muy sensibles. El sol, los perfumes, el calor del secador e, incluso, el tabaco y el alcohol son factores que pueden empeorarlo. Este tipo de pelo necesita una nutrición profunda con champú que contenga ceramidas, vitaminas e ingredientes oleosos que lo fortifiquen como el aceite de almendras. Seguramente, también necesites reforzarlo con un lavado una vez a la semana que incluya una mascarilla hidratante.

-Cabello graso: suele parecer sucio, debido a la intensa producción de sebo que tienen las glándulas sebáceas del folículo piloso. Esto se debe a un problema hormonal, por eso no se cura con un champú sino que simplemente cambia el aspecto momentáneo. Si bien se aconseja mantenerlo limpio, no hay que lavarlo en exceso para no estimular demasiado la cutícula sebácea. Lo mismo puede suceder con los champúes de mala calidad o con demasiado detergente o perfume. Para este tipo de pelo se puede usar un champú normal o suave, pero no debe aplicarse el acondicionador en el cuero cabelludo; sólo en las puntas y en el medio (y no demasiada cantidad). Si se opta por un producto para quitar la grasa, lo mejor es alternarlo con otro más suave para que no se arruine el resto del pelo. Asimismo, debemos usar agua templada ya que si está demasiado caliente se abren los poros y se engrasa más.

-Cabello rizado: tiende a enredarse mucho y resecarse. El champú y acondicionador hidratantes son los más indicados, pero hay algunos que sirven para formar bien los rulos. Un secreto es no remover el acondicionador una vez colocado.

-Cabello fino: deben utilizarse productos suaves y que otorguen volumen.

-Por último, para todos los tipos de cabello es importante mantener una alimentación sana y balanceada.

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