Yahoo Estilo 10 trucos para que la casa se vista de invierno
¿A quién no le gusta llegar a un acogedor ambiente cuando regresa de su trabajo en los días más fríos? No se trata sólo de colocar la calefacción correcta, sino también de lograr una decoración que nos arrope y nos ponga en clima. Así como cambiamos la ropa cuando comienza una nueva estación, podemos variar la estética del hogar para tener la placentera sensación de estar abrigados y poder relajarnos.
Por eso, en esta nota les regalamos unos cuantos trucos para lograrlo.
¿Se comienza por las paredes? no resulta muy práctico pintar los muros cada vez que cambia la estación. Sin embargo, existen dos alternativas más sencillas que lograrán el mismo efecto: la primera es elegir un color neutro en las paredes y reemplazar muchos de los accesorios por otros más invernales. La otra opción es más jugada pero muy divertida. Se trata de conseguir vinilos temáticos y colocarlos sólo en algunas de las paredes. Por ejemplo, un árbol al que se le están cayendo las hojas, en el living. Estos pueden quitarse una vez que termina la temporada.
Los ojos engañan: todo entra a partir de ellos. Por eso, es imprescindible encontrar las texturas que acompañen a la vista. Estas deben ser tejidos esponjosos y cálidos, géneros suaves y de trama gruesa, alfombras en tonos acogedores y cortinas pesadas (que a la vez nos protejan de las corrientes de aire). Un detalle que suma es una abrigada manta para colocar encima del sofá.
El color es fundamental: por lo general ayudan los colores subidos, vibrantes y cálidos. Se pueden tener en cuenta la gama de los tierra, los rojizos, el chocolate, los naranjas y amarillos, los morados o violetas y algunos verdes, en especial si son secos y oscuros.
Una casa en punto de nieve: el color blanco brinda un efecto muy particular, si se lo sabe utilizar correctamente. Además de ser sumamente luminoso y fácil de combinar, nos recuerda al frío de la nieve. De todas maneras, podemos lograr que sea cálido y elegante a la vez. Este tono se lleva muy bien con el plata y la trasparencia del cristal. En esos tonos podemos pensar en alfombras de pelo largo, gruesas mantas, cojines mullidos, árboles de Navidad y otros objetos trasparentes que den el efecto de hielo.
Habitación infantil: es el momento de sacar a relucir los peluches más gordos. También resultan agradables, especialmente para los niños que siempre están cerca del suelo o descalzos, las carpetas peludas y las frazadas de polar o lana. Aproveche a colocar allí los colores más subidos y vibrantes. Si el respaldo de la cama es de madera podremos conseguir algún vinilo con dibujos alusivos a la estación más fría.
Esculturas para elegir: aunque usted no lo crea, ya está todo inventado. Existen ornamentos y accesorios con forma de cubos de hielo o agua congelada, trineos, raquetas de nieve y todo lo que se pueda relacionar al frío. Los ponchos también son muy decorativos, así como algún perchero que luzca distintos tipos de sombreros.
Calefacción portátil: algunas estufas móviles también se consiguen en formas de hogares o salamandras, lo que les brinda una estética particularmente acogedora a los espacios.
La iluminación: debe ser cálida. Las lámparas deben virar hacia el amarillo o naranja; no tanto, el blanco. Las velas son otros de los recursos que favorecen el calor del hogar y, a la vez, brindan una iluminación sensual.
Cortinas reversibles: son muy prácticas. Podemos poner una cara más luminosa, para utilizar durante el verano, y otra con tonos más subidos o cálidos para el invierno.
Ramas: las más secas y sin hojas nos recuerdan al otoño. Resultan un recurso económico y que ayuda mucho a la hora de ambientar.
Luego de estos consejos surgirá otro problema que tendrá que resolver usted, ya que no va a encontrar la manera de que le den ganas de salir de su casa.
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