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El regreso al trabajo

Luego del nacimiento del bebé, la reciente madre vive una etapa de transición que incluye la aceptación del nuevo rol, el darse tiempo de conocer a su bebé, el fortalecimiento del vínculo con la pareja y su hijo, establecer una nueva dinámica familiar y doméstica y todo un proceso de adaptación.

Maternidad y el regreso al trabajo / iStockphoto
Maternidad y el regreso al trabajo / iStockphoto

Es posible que una vez lograda la adaptación al nuevo rol de madre y logrado una rutina apropiada para la familia, haya llegado el momento de regresar al trabajo y una nueva etapa comience.

Para muchas mujeres se trata de una necesidad económica, sin la libertad de decidir si retomarlo o no; para otras regresar a la vida anterior a la llegada del bebé, con sus compromisos y responsabilidades y para la mayoría representa una búsqueda de la identidad perdida, una salida del mundo de pañales.

Esa identidad es el producto de nuestro recorrido social: trabajo, profesión, estudio, amistades, que en la relación misma nos devuelve información acerca de quiénes somos y qué hacemos.

Con la llegada del bebé se precipita la pérdida de los lugares de identificación, ya que la reciente madre permanece gran parte del día dentro de su hogar, atendiendo a la demanda de su bebé.

En otros tiempos, esto también sucedía pero en un ritmo diferente; las mamás de esta época y gracias a los controles médicos periódicos, mantienen sus actividades hasta último momento, siendo luego el detenimiento muy abrupto, por lo que dificulta la elaboración de esta etapa de su vida.

Volver a trabajar requiere de una nueva organización familiar. Si la preparación es con anticipación, teniendo en cuenta cómo adaptar la rutina, quiénes serán los referentes que se quedarán con el bebé en tu ausencia, cómo resolver el tema de la leche materna, cuáles son para la mamá y el papá las prioridades en esta nueva etapa, el período de transición será más sencillo para todos.

Es probable que ante esta decisión la mujer experimente sentimientos e ideas contradictorias e incluso, sienta culpa por necesitar o desear retomar su trabajo. Es importante en estos casos tener presente que para el bebé será más positivo que su mamá esté contenta y satisfecha.

Para que la transición sea efectiva, se sugiere ir preparando al bebé incluyendo en su rutina al adulto que cuidará de él, un tiempo antes del inicio de la vida laboral materna; también es importante establecer con la pareja acuerdos en relación a cómo se organizarían si esa persona faltara o si el bebé requiriera de la presencia de alguno de sus padres, y cómo se alternarán para asistir al bebé por las noches, para evitar desde el comienzo una sobre-exigencia acerca de la difícil combinación entre el trabajo y el cuidado del bebé.

Esta integración no está muy facilitada en nuestra sociedad: de las recientes mamás se espera que rindan de igual manera, que restablezcan su contacto con el mundo exterior activo rápidamente, casi se trata de "hacer como si nada hubiera pasado".

Para este período crítico puede resultar facilitador:

- Dar tiempo a la adaptación al nuevo rol de madre
- Reflexionar acerca de la articulación entre estos dos roles: ser mujer y ser madre
- Buscar nuevos referentes entre los pares, que tengan una posición de vida similar a la que responde a tu elección
- Dar lugar a descubrir que no estás sola, que los temores y las preocupaciones son similares y que el intercambio en sí mismo enriquece
- Organizar una dinámica familiar tranquilizadora
- Lograr estar a pleno en cada ámbito: en casa y en el trabajo
- Recordar que nuestros hijos necesitan como mamás, ¡mujeres felices!

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