Vibrador: ¿el mejor amigo de las mujeres?

Hace unos días, casi por casualidad, me topé con un sitio web muy curioso: Vibrator Museum (Museo del Vibrador), donde se exponen piezas históricas que funcionan por compresión de aire (1890), a batería (1914 y 1950), a electricidad (1920 y 1930) y manualmente (de 1880 al 1900).

El asunto que es este juguete sexual, uno de los más vendidos en todo el mundo, tiene una historia muy curiosa y remota, y sin embargo aún hay países en los que su venta y posesión está prohibida, como en India.

Al médico británico Joseph Mortimer Granville se lo ha considerado como el padre del vibrador por haber inventado el primer vibrador a baterías en la década de 1880 (hay una interesante película titulada "Hysteria" que está basada en su descubrimiento).

El objetivo del doctor Granville, médico de señoras, era usarlo en el consultorio médico como una herramienta terapéutica para combatir lo que en la época victoriana se conocía como histeria femenina. La terapia consistía en la estimulación manual del clítoris (masturbación) de las pacientes hasta provocarles orgasmos (se los llamaba "paroxismos histéricos"), y el bendito aparato vendría a reemplazar la mano del doctor.

La doctora Rachel P. Maines, de la Cornell University de los Estados Unidos, realizó una amplia investigación sobre el tema que dio como resultado un libro muy premiado: "La tecnología del orgasmo: Histeria, el vibrador y la satisfacción sexual de las mujeres". En las revistas femeninas de fines del siglo XIX la doctora se encontró con anuncios de vibradores, sin ninguna alusión al sexo o a los orgasmos: la autora concluyó que la tecnología capaz de provocar el orgasmo femenino era ampliamente conocida y practicada entre mediados y fines del 1800.

Según la investigación de Maines, la patología conocida como "histeria" fue nombrada hace más de dos mil años, como una condición que en las mujeres afectadas tenía algo que ver con las dificultades provenientes del útero. Ya en los tiempos de Galeno, un médico que vivió en la época de Jesús, los expertos médicos recomendaron un "masaje" del área genital de las mujeres que sufrían esta enfermedad, que aliviaba los síntomas y restauraba la salud.

Pero en el siglo XIX, plena época victoriana, de extrema represión sexual, la "histeria" llegó a ser considerada casi una epidemia entre mujeres de clase media y alta.

A principios del siglo XX, con las primeras películas pornográficas, el vibrador empieza lentamente a ser disociado de la salud y asociado a la sexualidad, y desaparece como herramienta de tratamiento médico.

Recién a fines de los años 60 reaparece en la industria de los juguetes sexuales, de los que hoy es el rey. Las cifras indican que un 45 por ciento de las mujeres del mundo es hoy dueña de uno. Según un artículo económico del periódico estadounidense The Huffington Post, lentamente se van convirtiendo en el mejor amigo de las mujeres, junto con los smartphones.

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