Ser madre a los 40

Con el correr de las centurias, nosotras, las mujeres, hemos ido postergando la maternidad hasta una edad que tiene riesgos. Hoy en día, la carrera está primero y hemos dejado a la biología para el final. Claro que eso sucede entre las clases sociales más acomodadas, que tienen la expectativa natural de progreso económico.

Según explica con lapidaria claridad el médico argentino especialista en la materia y director de Preservar Fertilidad, Ramiro Quintana en un esclarecedor artículo publicado en el diario La Nación por la periodista de salud Gabriela Navarra, "hasta los 27 años, las posibilidades de embarazo son de cerca del 25% en condiciones ideales. Luego, hasta los 32, baja a menos del 20%, y a partir de los 37 va disminuyendo todavía. Pero este cálculo es dentro de la población general... Si le sumamos enfermedades como hipotiroidismo, endometriosis, poliquistosis ovárica, las posibilidades son aún menores."

Ser madre a los 40
Ser madre a los 40

Una de las recomendaciones que dan los especialistas es que si una mujer, por diversos motivos, va a decidir postergar su maternidad más allá de los 30 años, debería congelar sus óvulos. "La sobrevida de los óvulos vitrificados es superior al 90%, y la tasa de embarazo, similar al momento en que se congelaron", especifica el doctor Quintana.

Después de los 40 años, la realidad es que las posibilidades de concebir son muy bajas, y está considerado un embarazo de riesgo. Las etapas con mayores probabilidades de concebir un bebé con problemas son el inicio de la etapa fértil, o sea en la pubertad; y después de los 35 0 37 años.

La pregunta es por qué estamos postergando algo tan importante como concebir un hijo. La ciencia hoy puede ayudarnos a lograrlo a una edad en la que hasta no hace tanto tiempo las mujeres éramos abuelas. Pero está claro que esta situación está bastante lejos de ser la ideal.

Y finalmente, tengo otro pregunta: si por razones ajenas a nuestra voluntad nos vemos obligadas a postergar la concepción hasta los 40 o los 50, ¿por qué no adoptamos en lugar de someternos a carísimos y complejos tratamientos de fertilidad?

Ay, mujeres, el mundo está lleno de niños sin padres…