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La mujer salvaje

Se ha puesto de moda un libro que se titula "Mujeres que corren con lobos", de la psicóloga junguiana Clarissa Pinkola Estés; no es un ensayo sino una pormenorizada recopilación e interpretación de cuentos populares de distintas culturas utilizados para revivir la figura de la "Mujer Salvaje", un arquetipo que subyace en cada fémina y cuyo reconocimiento nos ayudará a triunfar por sobre otros que nos anulan.

Todas las mujeres tenemos una mujer salvaje dentro - Thinkstockphotos
Todas las mujeres tenemos una mujer salvaje dentro - Thinkstockphotos

Pero primero lo primero, ¿qué es un arquetipo? Es una teoría establecida por el psiquiatra suizo, discípulo de Freud, Carl Gustav Jung: en un intento por identificar las representaciones heredadas desde la antigüedad, Jung postuló que todas aquellas imágenes que aparecen en los sueños, en las fantasías o incluso en la literatura tienen una relación con los temas universales provenientes de ritos, religiones, mitos y leyendas. Heredados de los antepasados, los arquetipos provienen de lo que él llamó inconsciente colectivo, o sea, un área inconsciente que comparte toda la humanidad, y pueden operar en el plano individual. Dicho esto de manera muy simplificada, claro.

La "Mujer Salvaje" representa una parte femenina que posee una percepción aguda, un espíritu lúdico y una enorme capacidad afectiva. Y según Pinkola Estés, todas las mujeres tenemos una mujer salvaje dentro, solo hay que dejarla salir. La "Mujer Salvaje" reside en las entrañas, no en la cabeza. Ella puede rastrear y correr y convocar y repeler. Puede percibir, enmascarar y amar profundamente. Es intuitiva, típica y normativa. Es absolutamente esencial para la salud mental y la salud del alma de las mujeres.

Pinkola Estés dice que la "Mujer Salvaje" se descubre al mirarla: "Diría que si miras la cara de una mujer, Dios se muestra en ella. Verás a la enfurecida criatura justo detrás de su rostro, detrás de sus ojos. Si eres una persona inteligente, serás respetuoso. Si no lo eres y la mujer está en su naturaleza instintiva de morder, puede que te muerda. O si te tiene miedo, puede que corra o que huya y no volverá a tí de nuevo. Pero si eres respetuoso con ella, volverá y descubrirá quién eres; desarrollará una relación contigo."

Aunque también explica que la cultura y la personalidad van haciendo que la naturaleza salvaje femenina quede relegada y oculta, aclara que esta es la fuerza que les da a las mujeres la certeza de estar haciendo lo correcto, sea lo que fuere, cuando se dejan guiar por ella. Es esa que lucha ferozmente por lo que merece vivir, y que deja ir lo que debe morir.

"Casi todas las depresiones, los tedios y las erráticas confusiones de una mujer se deben a una vida del alma fuertemente limitada en la que la innovación, los impulsos y la creación están restringidos o prohibidos. La fuerza creativa confiere a las mujeres un enorme impulso que las induce a actuar. No podemos pasar por alto la existencia de los numerosos robos e incapacitaciones del talento de las mujeres que se producen por medio de las restricciones y los castigos que la cultura impone a sus instintos naturales y salvajes."

Pinkola Estés ofrece además un párrafo que para mí personalmente fue bastante iluminador. Al leerlo entendí por qué este libro se ha puesto de moda.

"Niégate a caer. Si no puedes negarte a caer, niégate a permanecer en el suelo, eleva tu corazón hacia el cielo y, como un mendigo hambriento, suplica que te lo llenen y te lo llenarán. Puede que te empujen hacia abajo. Puede que te impidan levantarte. Pero nadie puede impedirte elevar tu corazón hacia el cielo… Es justo en medio de la desdicha cuando muchas cosas se aclaran. El que dice que nada bueno se ha conseguido con ello es que aún no está prestando atención".

Así que nos invito a prestar atención. Y a darle crédito a esa voz interior que nos impulsa a actuar.

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